Hard Light
DiscosDrop Nineteens

Hard Light

8 / 10
Raúl Julián — 16-11-2023
Empresa — Wharf Cat Records
Género — Shoegaze

Drope Nineteens se aseguraron su pequeño espacio en la historia al ser una de las primeras bandas norteamericanas en apuntarse al shoegaze, género atribuido en los trazos finales de los ochenta a formaciones de Reino Unido. Fuera como fuese, la banda de Boston dejó a comienzos de los noventa dos álbumes casi consecutivos como fueron “Delaware” (Caroline, 92) y “National Coma” (Caroline, 93), imprescindibles (sobre todo el que significase su debut) para cualquier aficionado al estilo. Justo tres décadas después de su último trabajo de estudio y cuando ya no se les esperaba de ninguna manera, la formación regresa con “Hard Light” (Wharf Cat, 23), protagonizando uno de esos retornos que a priori generan cierto escepticismo y hacen levantar la ceja de incredulidad.

Una reacción normal, atendiendo a los discretos resultados que este tipo de resurrecciones propician en la mayoría de casos de grupos de los noventa que, repentinamente, aparecen en plano con un puñado de nuevas canciones bajo el brazo. Por suerte, este no es (para nada) el caso de Drope Nineteens, que lucen como aval de la presente restitución un total de once piezas muy bien parecidas, delineadas entre el propio shoegaze y un indie-pop de trazo tan elegante como sólido. Un conjunto que, de hecho, cristaliza en un álbum de notable alto y del todo satisfactorio, no sólo para los antiguos seguidores de los de Massachusetts, sino para cualquiera que disfrute con buenas canciones de indie-pop tradicional adornado con atractivas líneas de guitarras.

Los duelos derivados en química entre el guitarrista/vocalista Greg Ackell y su homónima Paula Kelley lucen como atractivo añadido, y “Hard Light” incluye casi un pleno de aciertos, con canciones tan convincentes como la inicial que da título a la referencia, “Scapa Flow”, el single “The Price Was High”, la imparable “Tarantula”, “Lookout”, o los siete minutos finales de “T” cerrando el asunto con uno de esos desarrollos como los que manda la tradición. La reaparición de Drope Nineteens es, en definitiva, una excelente noticia que deja el último tramo de la temporada en curso. El complemento perfecto para certificar el auge y vigencia del shoegaze más clásico, tras ese otro motivo de alegría que fue, hace solo un par de meses, "Everything Is Alive" (Dead Oceans, 23) de los imprescindibles Slowdive.

 

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