Cuando todavía no han transcurrido ni diez meses de la edición de su excelente “The Unraveling”, Drive-By Truckers nos sorprenden con 8 temas propios más una cabreada versión de los Ramones. Un “The KKK Took My Baby Away” que cobra una nueva dimensión con todos esos supremacistas blancos campando a sus anchas armados hasta los dientes y con el cerebro de un mosquito, aunque sea una pieza de relleno para finalizar el álbum. Y es que este nuevo disco es algo así como la respuesta más airada, y menos deprimente que la emitida a través de su disco anterior, a la situación por la que atraviesa su país.
A estas alturas, ni siquiera la pandemia puede lograr que Mike Cooley, y menos aún Patterson Hood, se queden quietecitos y sin voz mientras las calles de sus ciudades están literalmente ardiendo. Por eso han recuperado algunos descartes de la grabación de ““The Unraveling” en los 'Sun Studios” de Memphis y las han completado con un par de composiciones. Una de ellas está escrita por Patterson Hood y está directamente inspiradas en las recientes protestas por el asesinato de George Floyd. Se trata de la explícita "Watching the Orange Clouds" que con un ritmo sosegado y trotón suelta frases lapidarias como "Matones con armas que salen a jugar / Es una batalla por el alma de Estados Unidos". La otra pieza que no pertenece a las sesiones de “The Unraveling”, es “Sarah's Flame” y está compuesta por Cooley quien con una suave tonada vaquera nos recuerda de forma muy ácida que antes de llegar a este punto de confrontación en la sociedad, la llama de esta pesadilla ya la prendió Sarah Palin hace ocho años. Y es que nada sucede por generación espontánea y precisa de un caldo de cultivo.
Estamos por tanto ante el típico producto compuesto a base de retales y descartes que tiene como principal novedad la reincorporación del bajista Matt Patton como vocalista en dos temas -algo que no sucedía desde su “Go-Go Boots” de 2011- que le da más dinámica si cabe a un álbum que no pasará a la historia por ser una obra capital de su discografía, pero que al menos ha proporcionado la excusa al grupo de no haberse quedados sin decir ni hacer nada durante la pandemia. ¡Qué aburridos estamos todos!.
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