Dejando a un lado la estética poética y las historias de ruptura presentes en su aclamado álbum debut, “Whelm” (Erased Tapes, 2014), Douglas Dare vuelve con “Aforger”, un listado de 10 canciones donde manifiesta el impacto que el joven músico inglés sintió en el momento en el que fue consciente del cambio que le supuso pasar de vivir en su granja familiar de Dorset, donde vivió la infancia aislado de cualquier atisbo de tecnología (“La ignorancia era mi protección de la realidad, la ignorancia era realmente la felicidad”) y cuya mayor atracción era el piano de su madre, a su reciente vida en Londres, donde la tecnología está presente en cada momento dominando todo lo que hace. Un cambio que a la hora de intentar asimilar le llevó a cuestionarse, no solo su identidad, sino también la realidad que le rodeaba. Ya en 1949 George Orwell planteó el conflicto del control de la realidad y la vulnerabilidad del ser humano y su historia a través de su distopía política titulada “1984”. Por lo que no es de extrañar que el propio Dare nombre esta novela como uno de las principales influencias a la hora de concebir este nuevo trabajo.
“Aforger” fue grabado en los legendarios estudios de Abbey Road localizados en la capital británica y, al igual que en anteriores trabajos, Dare volvió a contar en la producción con Fabian Prynn. También repiten el piano y la voz cautivadora del joven músico (inevitable la comparación con Anohni durante las escuchas del álbum) como protagonistas y pilares centrales del disco. No obstante, la presencia electrónica en los fondos acompaña al sonido de las teclas creando unos paisajes sonoros que están directamente conectados con en el disco “Vulnicura” (One Little Indian Records, 2015) de Björk y las melodías más experimentales de Radiohead. Precisamente como ya hiciera Thom Yorke y los suyos en “Hail To The Thief” (Parlophone, 2003) con el tema “2+2=5”, Dare abre su nuevo disco con una clara referencia a “1984”: “Doublethink”, como se titula el primer tema y single, debe su nombre a uno de los términos inventados por Orwell para su distopía. En ella, Dare habla del ya mencionado tema del control de la realidad, una cuestión que le obsesiona a lo largo del álbum en temas como “Binary” o “New York”, donde la voz de Dare se van ahogando mientras describe la sensación de no saber a qué o quién creer. "La tecnología nos está permitiendo vivir incluso después de que nos hayamos ido, gracias a fotos, vídeos,...pero en realidad son solo píxeles en una pantalla".
El segundo single del álbum, “Oh Father”, es sin duda la canción más personal que el compositor inglés ha ofrecido al mundo hasta la fecha. En ella, el que se encuentra al otro lado de los cascos es capaz de sentir la vulnerabilidad de Dare a través de unos ecos de voz que consiguen que el tema “sea directo como un disparo, impidiendo que al público le dé tiempo a tomar aire”. Una sensación que también se hace patente en el videoclip del tema, mostrándonos la imagen de un Dare tétrico y frágil.
"Rex", el tema que cierra "Aforger", cuenta con unos segundos finales donde un ruido ensordecedor va creciendo poco a poco hasta conseguir silenciar y hacer desparecer el sonido del piano. Lo mismo que Londres y la tecnología está haciendo con el recuerdo de aquella granja familiar de Dorset.
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