Una vez aceptado, y sin cuestionamiento alguno –faltaría más en esta época-, el retorno de algunas bandas de más de tres lustros atrás, es cuando llegan las preguntas importantes. Dudas sobre si realmente se justifica una vuelta con determinadas canciones o de si éstas aportan algo nuevo a lo ya conocido, a si suena a recocinado o no, o de si los medios puestos para el reencuentro han sido suficientes.
Cuestiones que en el caso de Afraid To Speak In Public se mueven en un gris término medio, bien sea por el hecho de haber rebajado –y mucho- el gancho, la complejidad y la rabia tan características con que tiempo atrás nos conquistaron, hecho que ahora los hace bastante irreconocibles, o por una producción que no está al nivel de una de las mejores bandas europeas surgidas jamás. Un trabajo estrictamente correcto, aunque más bien plano y decepcionante teniendo en cuenta lo que fueron.
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