Libres de prejuicios, cadenas e imposiciones. Dorian dan un portazo al pasado y presentan un nuevo renacer con “Ritual”. La identidad de la banda no se estanca y se enriquece una vez más con nuevos recursos rítmicos, beats latinos y sonidos caribeños gracias a una ruptura completa de fronteras. A su vez, este álbum se presenta como un importante discurso de la banda en el presente con los antiguos Dorian más conservadores para abrirles los ojos y que comprendan lo absurdas que eran todas esas limitaciones generadas por miedo a lo desconocido. Con “Ritual” Dorian construyen un disco cargado de esperanza, de mensajes positivos y de unión. Pero, evidentemente, siguen llevando como bandera esas importantes letras de crítica social y lucha que mantienen su esencia intacta. Solo hace falta analizar ese “Mundo perdido” con el inician esta aventura para comprenderlo todo (“Mundo de furia, mundo perdido”).
Pese a ser una de las bandas más consolidadas de la escena nacional, han querido ir un paso más allá. “Ritual” supone un riesgo buscado a conciencia, un salto a un nuevo vacío sabiendo las posibles consecuencias. Aunque bueno, está claro que no han hecho ninguna locura. El grupo sabía lo que quería conseguir desde el primer momento y el resultado final no es más que la consecuencia de todos esos viajes por el mundo que han cambiado a sus miembros por completo. Todas esas nuevas músicas, esas armonías y conversaciones que les han hecho crecer a nivel personal hasta el infinito. De ahí que el alma latina del grupo brille tanto en “Ritual” junto a una rebeldía y frescura más propia de la industria americana que de la nuestra. Pero tranquilos, los apasionados de lo clásico seguirán sintiendo el sonido Dorian de siempre muy presente ya que la base de todo en una vez más esa esencia new wave y ese synth pop tan característico del grupo. Hay canciones continuistas en esta era y también hits que potencian lo que Dorian siempre han sido, como es el caso de “Energía rara”. Pero que, además, les dan un vuelco más actual a través de referentes del momento como la colaboración de Alizzz en la producción de esta. Y es que una de las grandes maravillas de este disco es la lista de nombres que han ayudado a que se convierta en la banda sonora de regreso a la vida normal y añorada que necesitábamos.
Si hace unos años se hubiera hablado de una colaboración de Dorian con Ana Mena nos hubiese parecido bastante extraño. Sin embargo, con una sola escucha de “No dejes que pase el tiempo” entiendes lo bien que encaja Ana en el universo de la banda. Cómo su estupenda voz se introduce perfectamente en los discursos de amor clásicos del grupo que tantas alegrías les han dado. En esta ocasión, ella entabla un cara a cara con Marc representando una pareja que está aprendiendo a comunicarse y respetarse. Una relación que huye del odio para cuidarse y escuchar siempre al otro. Temática que vuelve a asomarse también en “Universal” junto a Suu reflejando esa sensación de sentirte completamente invencible junto a tu pareja. Una canción de inspiración dream pop, en catalán, que cuenta además con Sergio Acosta de Zoé en la producción. Y siguiendo con las colaboraciones de lujo, Pimp Flaco participa en uno de los temas más potentes de esta etapa de la banda. Ese “Dual” que focaliza en la diversidad, y que ya conocemos desde hace un tiempo, protagonizará algunos de los momentos estelares de la gira sin lugar a duda. La participación de Lido Pimienta en “Libre” concentra todo lo que Dorian pretende alcanzar al dar el salto a los ritmos latinos y tropicales en este álbum. Tema que se inspira además en la chacarera, un estilo musical del norte de Argentina. Y, por último, queremos destacar la incorporación de Youthstar, MC que forma parte del colectivo Chinese Man, que representa en “Mundo Perdido” esas influencias hip hop que Marc marca a veces incluso en su forma actual de cantar.
“No puedes ser que por miedo nos dejemos vencer”, se escucha con claridad en “Lento”. Y es que este nuevo álbum de la banda focaliza también en todas las preocupaciones que esta arrastra sobre la situación político social del mundo actual. Con “Tornado” debaten sobre una generación atrapada entre el crack financiero del 2008 y la crisis del COVID actual. Hablan de todas esas enormes secuelas que arrastran, la dificultad de despegar y el bucle del que ven imposible salir. Además, mencionan el tema de la gentrificación de las ciudades como una de sus mayores preocupaciones. Por otro lado, “Techo de cristal” refleja el deseo del grupo de que las mujeres dominen las esferas de poder demostrando que se puede estar arriba y hacer un estilo de política totalmente diferente al que conocemos. Y, por supuesto, no podemos olvidar cómo “Mundo perdido” transmite un presente de corrupción, heridas, furia y terror. Un tema que critica el peligro de la desinformación, lo manipulable que es la gente sin acceso a la cultura y el riesgo que genera la ignorancia.
Dicho todo esto, llegamos a la conclusión de que “Ritual” más allá de ser el álbum con el que Dorian reta a su público con un sonido al que no están acostumbrados. Es un disco de desarrollo, lleno de humanidad y crecimiento. Un proyecto completamente libre en el que da gusto ver a un grupo que se atreve a jugar y pasárselo bien haciendo música. Son completamente fieles a lo que les representa en el presente y se han quitado las máscaras que les llenaban de comodidad. Además, es un trabajo con el que seguramente lograrán que sus mensajes y valores lleguen a un público diferente que no solía consumir lanzamientos previos de Dorian. Se trata del álbum con el que ponen punto y final a cualquier etiqueta o categoría en la que previamente la industria haya decidido colocarles. Ya no hay fronteras, ya no hay barreras, solo hay música.
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