Don’t Say That

La banda de Birmingham genera buenas sensaciones con un debut en el que ejecuta una fórmula conocida pero aún efectiva y que, en sus manos, resulta incluso revitalizada. “Don’t Say That” es un disco de indie-pop convencional que se nutre de diferentes épocas, partiendo del Britpop y aunando el aspecto desprejuiciado de Supergrass, la distinción de Gene o el tino de Shed Seven. A la de por sí atractiva mezcla hay que añadir un total de trece canciones vistosas y tremendamente pegadizas, que certifican el éxito de la referencia con un conjunto equilibrado. De hecho la formación británica no posee unas cualidades portentosas ni espectaculares, pero destaca a cambio por su eficacia y la capacidad para dar con la melodía y estribillos adecuados. Una cualidad que transforma al álbum en todo un atractivo por su familiaridad, pero también por una elegancia inherente y creíble.