Stop

Seguro que en estos tiempos de incertidumbres y turbulencias has tenido algún que otro momento de explosión y de gritarle al mundo que ya no puedes más. Pero claro, todo lo que sube baja y tras las lágrimas siempre llega el renacer. “Stop”, el primer EP de Doble Pletina con Austrohúngaro, representa un poco este viaje emocional con una colección de cuatro canciones que sirven a su vez de banda sonora para la película, con el mismo nombre, protagonizada por los miembros de la banda y bajo la dirección de Stanley Sunday. Temas repletos de nuevo de historias tristes, bonitas y con un sonido de pop clásico que tan bien representa a la banda. Elegantes sintetizadores que generan atmósferas oníricas arropando juegos de voces delicados, letras complejas, melodramas y crisis existenciales.

Bajo la producción de Hidrogenesse, este viaje comienza cargando con el habitual pesimismo que Doble Pletina refleja en muchos de sus temas. “No tengo futuro ni porvenir, qué nuevas penurias habrá para mí”, grita Marc esperando que Laura se compadezca de él. Una letra que juega a la vez a reflejar una realidad a la que cada vez nos cuesta más ponerle una sonrisa y a reírse de un presente que ha tomado como costumbre quejarse por todo, victimizar, pero nunca buscar soluciones. De ahí que el tema, termine enlazando con la preciosa balada “Algo de lo que me pueda quejar” en la que Laura, aún viendo que hay esperanza y que las cosas están cambiando, reconoce que a la mínima volverá a autolesionarse y entrar en ese bucle de pesimismo del que hablábamos antes (“Con mi experiencia soy capaz de encontrar una razón de desconsuelo, un nuevo pretexto para llorar”). ¡Cómo nos cuesta abrir los ojos y empezar a querernos! Aunque el primer paso está en asumir la situación y contarlo. Y claro, a Doble Pletina se le da fenomenal eso de exponer toda la mierda que llevan dentro en forma de letras, ironizar y hasta reírse de ello. Usar la música como método de sanación y aprender a expulsar oscuridad.

“Tratado de paz”, por su parte, es el tercer tema que aparece en “Stop” y lo hace como una especie de manifiesto en busca de la estabilidad, de poner punto y final a los malos tiempos. El tema habla del desgaste de una relación y de encontrar una solución antes de que todo termine para siempre. Marc y Laura se encaran para contarse todas las miserias e intentar comprenderse mutuamente. Posiblemente la letra más adulta del EP y uno de los estribillos con la base más pegadiza del proyecto. El cierre, finalmente, llega con “Epítetos esdrújulos” y la libertad en todos los sentidos. Un tema en el que cuelgan el traje emo para lanzar un claro mensaje de empoderamiento destinado a huir de las etiquetas impuestas y de intentar fingir ser algo que no somos en una sociedad que te juzga sin piedad. “Salvémonos, hagámoslo, con métodos muy drásticos, sintámonos, el vértigo dentro de esta vorágine. Tenemos que ser prácticos, gritemos al unísono, librémonos al fin de los esdrújulos epítetos”.

Tengo que decir que siempre que veo a esa paloma protagonista de todo el imaginario de “Stop” me viene a la cabeza ese brillante cortometraje de animación de Sylvain Chomet (“La vieille dame et les pigeons”) y cómo su protagonista acabó en la más absoluta locura. Cómo la sociedad las alimenta, y cuida, mejor que a muchos seres humanos; observan, conocen todo, siempre están ahí. Cómo son a la vez un símbolo de paz, libertad y también se les cataloga como “ratas con alas”. Y bueno, me imagino perfectamente a los miembros de Doble Pletina sentados todos en un mismo banco en mitad de un parque, lanzándoles trocitos de pan, mirándolas detenidamente; bien sea como forma de huida tras haber tenido un mal día o meditando sobre presente y futuro. Porque, lo que está claro es que la banda ha encontrado nuevas razones por las que analizar la posición del grupo y disfrutar de su situación en la escena nacional actual. Su unión a Hidrogenesse no para de sacarle brillo a un proyecto que ya de por sí brillaba con luz propia. Y estas cuatro canciones nos dejan con ganas de conocer mucho más de unos Doble Pletina a los que no les vemos límites creativos y, pese a su consolidación hace años, poseen un universo tan gigantesco y personal que aún nos queda mucho por descubrir.