Como quien no quiere la cosa, Goo Goo Dolls han cumplido diez años,y no solamente eso sino que, por lo visto, también habráncumplido su objetivo: convertirse en una banda millonaria. Recuerdo el primerdisco del trío que compré; se trataba de "Jed",su segundo larga duración. Por aquel entonces, lo suyo andaba muycerca del punk, pero sus maneras eran toscas, su brillantez escasa y sufuturo dudoso. Pero las cosas cambiaron y los chicos de John Rzeznik empezarona mutar tanto y tanto que ahora, en 1999, a uno le resulta difícilbuscar puntos de conexión entre el ayer y el hoy. Corría elaño 93 cuando apareció "Superstar Car Wash" y unpar de años más tarde "A Boy Named Goo", descubriéndonosa una prometedora banda de power pop melódico de sonoridad cien porcien estadounidense. De hecho, disfruté entonces y sigo disfrutandode cortes como "Only One" o "Naked".
La perfecta producciónde Lou Giordano, sus partes vocales, sus aterciopeladas melodíasy su facilidad para componer piezas tan cercanas al pop electrico como alAOR dejaban entrever un inminente reconocimiento. Y así fue, al pocotiempo The Goo Goo Dolls vendían, y vendían bien. De ahíque en "Dizzy Up The Girl" suenen muchos medios tiempos, se nospresenten incluso más azucarados que tres años atrásy anden a la busca del estribillo perfecto. Casi lo consiguen con el temaque abre, "Dizzy", y aunque no mantienen el nivel de su anteriortrabajo, se sitúan muy por encima de patinazos como Matchbox 20,acercándose certeramente a un cruce perfecto entre Third Eye Blind,Redd Kross y los últimos Buffalo Tom.
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