Distortland

Parece que a estas alturas The Dandy Warhols han olvidado ya esos delirios de grandeza motivados por el éxito de sus discos publicados a finales de los noventa –“...The Dandy Warhols Come Down” (Capitol, 97)–, y principios de siglo –“Thirteen Tales From Urban Bohemia” (Capitol, 00), “Welcome To The Monkey House” (EMI, 03)–. Así, liberada de ínfulas y despreocupada creativamente, la banda presenta un octavo disco de estudio que sigue la senda iniciada hace cuatro años en el interesante “This Machine” (The End, 12). Los de Portland vuelven a sonar orgánicos, brumosos, psicodélicos, distorsionados, juguetones, evocadores, e incluso alucinados.

Lo hacen con una colección de canciones algo irregular, pero que convence en su inmensa mayoría (“All The Girls In London”, la espléndida “Pope Reverend Jim” deudora de Bowie, “Semper Fidelis” o el ramalazo shoegaze de “Search Party”) precisamente por su contagiosa inquietud. Con la casi absoluta ausencia de singles al uso (apenas el adelanto “You Are Killing Me” podría catalogarse en tal apartado), el presente álbum es la licencia de un grupo que parece encontrarse cómodo con la libertad que conlleva la parte alta de una (hipotética) segunda división de popularidad y repercusión.

Un estatus ciertamente favorecedor, tras desterrar prisas y motivar una mayor asunción de riesgos con la que el cuarteto recupera parte de su esencia más primigenia. Ésa que inicialmente les hizo compartir preferencias con los imprescindibles The Brian Jonestown Massacre, hace ahora más de dos décadas y en un entorno bien diferente al actual.