Fantástico álbum debut de esta banda establecida en Portland) liderada por la salvaje Sallie Ford. Toda una declaración de intenciones que nos lleva de viaje por los sonidos del pasado a través de los once cortes del álbum: rockabilly, blues, jazz, chançon, ragtime, gospel… siempre con la personalísima y extraordinaria voz de Ford como protagonista y una instrumentación old school que casa como anillo al dedo a los registros vocales de la diva. Recuerdos a tótems actuales del estilo como Tom Waits y acercamientos ocasionales al rol de frontwoman rabiosa a lo Juliette Lewis, pero también a la clase de las grandes de antaño como Etta James o Bessie Smith, siempre con ese punto de irreverencia extra que el conjunto consigue gracias a la conjunción de ácida literatura (“When I turn on the radio/It all sounds the same/what have these people done to music?”, primera estrofa del álbum) y el talento para repasar y revisar a los clásicos con frescura y personalidad. Destacan sobremanera la muy rockabilly “I Swear”, pieza que abre el disco, “Cage”, tema oscuro y pegadizo que huele a antro de madrugada, o “This Crew”, puro sonido The Beatles pasados por el filtro personal de la banda. Muy buenos, y serán mejores.
Brutales, mi gran descubrimiento del año