“Cerrar los ojos, darle al play y trasladarte directamente a Galicia” esa es la definición más rápida y breve que se puede hacer sobre “Diluvio”, lo nuevo de Tanxugueiras. Pero dentro hay más, mucho más.
Las tres artistas han dado forma a un álbum conceptual que logra romper la barrera idiomática, ya que gira sobre algunos de nuestros pecados más habituales – que enseguida llegamos a reconocer– para que podamos aprender, reflexionar y mejorar sobre ellos. Un trabajo de doce pistas con el que vuelven a unir la música popular con los sonidos más actuales, y en el que los protagonistas son los instrumentos más tradicionales junto a sus voces.
Para adentrarnos en su universo musical nos deleitan con “Treboada”, el sonido de la lluvia gallega junto a chispazos musicales de lo que encontraremos en las siguientes canciones. Así recoge el testigo “Arica” y su incesante ritmo que logra enganchar un estribillo que se queda clavado a primera escucha. Bajan el ritmo en “Desidia”, en la que sus voces logran navegar a la perfección dentro de la base y, tras ella, nos llevan a la avaricia en “Midas” y sus panderetas omnipresentes, así es como llegamos a una reinterpretación de la lujuria en “Pano Corado”, que esconde una de las melodías más pegadizas de todo el álbum.
Y en la mitad del disco, las cantareiras nos regalan la solemne “Sorora”, una oda al feminismo y la sororidad en la que la base musical esta solamente compuesta por panderetas y palmas, haciendo que aquello que quieren transmitir con su voz nos llegue de forma más directa. Siguen con “Seghadoras” que, con un tono de electrónica oscura, reivindica la importancia de las mujeres que trabajaban en el campo y que tan olvidadas están. Acto seguido nos bajan hasta el puro infierno, al “Averno”, acompañadas de Rayden, con el que han creado una conexión mágica y logran unir el mundo del rap con el de sus raíces y enlazar el castellano con el gallego.
La parte final del álbum está repleta de hits, empezando por “Figa”, en la que se acercan a unos ritmos más urbanos con un gran aprendizaje sobre la envidia; siguiendo con “Fame de odio” y el discurso en contra de todas aquellas personas que buscan generar el odio sin motivo alguno; y terminando con la ya mítica “Terra”, conocida por casi todos. Su mensaje de pertenencia y esa base musical tan imponente hace que poco más se pueda decir de ella, es uno de los éxitos del año en nuestro país.
Después de toda esta gran tormenta, llega la calma de la mano de “Acougo”, que marca el final del trabajo. Con este tercer disco, Tanxugueiras demuestran que son uno de los grupos con más futuro dentro del panorama gallego y -–gracias al empujón del Benidorm Fest– también del panorama nacional. Este “Diluvio” recorrerá toda la geografía española para demostrar que, con la música tradicional y una lengua que no es el castellano, también se puede llenar recintos.
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