Thank You

Diana Ross ha cantado algunas de las mejores canciones del siglo XX, joyas como “You Can't Hurry Love”, “Stop! In The Name Of Love”, “I'm Coming Out”, “Love Is Here And Now You're Gone”, “Upside Down”, “Where Did Our Love Go”, “You Keep Me Hangin' On”, “I Hear A Symphony”, “Baby Love”, “Love Hangover”, “Come See About Me”, “Love Child”... y así hasta el infinito y más allá. La ex cantante de The Supremes llevaba retirada y sin sacar disco desde 2006, así que es normal que las expectativas fueran grandes. Pero, aunque hubiera sido una cantante novata, sin toda esa ristra de éxitos detrás, este "Thank You" seguiría sonando igual de soso y aburrido.

También es lo que ocurre cuando pasas de tener a Holland-Dozier-Holland, Nickolas Ashford y Valerie Simpson o Nile Rodgers y Bernard Edwards componiéndote los éxitos, y te quedas con los tipos que se los hacen a Westlife o Ed Sheeran, que no es lo mismo. El otro problema enorme que tiene este disco es que la antaño juvenil y vibrante voz de Ross, la misma que convertía una canción normal en buena, una buena en una grande y una grande en una grandiosa, ahora suena grave y cansada, lejos de su mejor tono y sin saber sacar partido del nuevo, mucho más grave.

Para redondear el bajonazo Ross se encargó de escribir las letras durante el confinamiento de 2020, intentando poner un mensaje de esperanza y unión a la mayoría de estas canciones de amor, lo malo es que el mensaje parece sacado a medio camino entre Paulo Coelho y las tazas Mr. Wonderful de tan sobado que está. Para colmo Jack Antonoff, que parece la única elección posible como productor mainstream para cualquier mujer que vaya a sacar disco entre veinte y ochenta años, entrega un sonido genérico y sin alma, cuyo culmen parece ser la anémica producción house de “If The World Just Danced” o la burda copia de “I Will Survive” que es “I Still Believe”... ¿Es que no estaban Nile Rodgers o, en su defecto Pharell, disponibles?

De entre las canciones lo único rescatable es la canción titular y los guiños a sí misma en "Come Together", pero el resto es indigno de una artista con un pasado como el de Diana Ross, una cantante que no debería haber regresado después de quince años con un material tan flojo. Es evidente que hay muchas cosas por las que dar las gracias a Diana Ross pero, desde luego, ninguna de ellas está en este regreso.