Con "ken", Dan Bejar se aleja de cualquier referencia de Destroyer conocida hasta la fecha. De ello se han encargado un gusto estético por el minimalismo que se traduce en canciones más cortas, de estructura sencilla y con menos letras, pero más directas; y un concepto que da forma a todo: los últimos años de la era Thatcher. Con esta premisa, casi parece evidente que un tema que evoca al cielo gris británico ya desde el título, "Sky’s Grey", dé comienzo al álbum. Lo hace con el mismo estilo con el que "Chinatown" abría "Kaputt" en 2011, mostrando todas las marcas de la casa Destroyer, pero llamando la atención sobre su introducción, un latido electrónico, urgente. De ese beat es responsable Josh Wells, batería de Destroyer y mano derecha de Bejar en este disco, al que facilitó una plantilla rítmica sobre la que poner en orden todas sus ideas, y que en "ken" actúa como denominador común.
Ejemplo mucho más claro del sonido de este álbum es "In The Morning", invadido de referencias de la new wave. Las alusiones ochenteras no cesan en "Tinseltown Swimming In Blood", "Sometimes In The World" con pinceladas neworderianas, y en "Cover From The Sun" al más puro estilo del rock inglés clásico de guitarras y con guiños a The Smiths.
El cielo también es gris en las letras, inspiradas en una época de riqueza y decadencia ("A Light Travels Down The Catwalk") y en la soledad que te atrapa cuando se está entre mucha gente ("Saw You At The Hospital"). La oscuridad avanza hasta la caída del imperio romano o el colapso de América en "La regle du jeu", encargada de cerrar un álbum en el que el grupo ofrece su versión más gótica, sin renunciar a su esencia ni a ese toque cínico cien por cien Destroyer.
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