Si hasta ahora la Tokyo Ska Paradise Orchestra siempre se ha caracterizado por la energía que le imprimen a su particular visión del ska y del ska-jazz, “Desire” es un trabajo lleno de poder, fuerza y agresividad, superando a sus anteriores referencias. Un disco básicamente potente y rápido, sin descanso, con ejemplos como “Kings of The Ants”, “Old Grand Dad”, “The Other Side Of The Moon” y “Midnight Budy”; energía, rapidez, descaro. Con una excepción, la última pieza es un ska de corte Giuliano Palma, cantado por Hanaregumi. Y es que, grabado entre Barcelona (El Tostadero) y Londres, el disco cuenta colaboraciones especiales como Yoshie Nakano, Hanaregumi o el gran Dennis Bovell (Matumbi, LKJ). De todos modos, Tokyo Ska Paradise Orchestra atrapan sobre todo en directo, con una potencia y una energía que resultan arrolladoras.

Era 1981 y los de San Francisco se refugiaban en Europa para desligarse definitivamente de toda referencia anterior y desarrollar un híbrido de techno, art-punk, jazz y folklore popular en una serie de discos –hasta diez– aún hoy inimitables y en cierto modo fuera de contexto. No podía ser de otra forma pues lo suyo fue ir contracorriente: si la nueva electrónica de Mute disparaba certeros hits de estribillos coreables, los Tuxedo acudían a la tecnología en composiciones que se acercaban a los diez minutos sin estructura reconocible. Si Killing Joke, Birthday Party y demás bastardos se aferraban al saxo como arma arrojadiza, Reininger y compañía lo acariciaban para dibujar arabescos de belleza torcida ribeteados por la voz de Wiston Tong, en algún lugar entre Damo Suzuki y Peter Murphy. Desclasados y, tal vez por ello, nunca suficientemente reconocidos, la recuperación de "Desire" brinda la oportunidad de recuperarlos en su mejor momento.