Dave Gahan explicaba que con la pandemia, y el duro golpe del fallecimiento de Andy Fletcher, se llegó a plantear que había llegado la hora de cerrar la puerta de Depeche Mode por completo para siempre. Sin embargo, no contaba con un Martin Gore cuya creatividad estaba en su mejor momento y que rescató a Dave de esa oscuridad para llevarle a una luz cómoda y brillante que sigue llenando de vida el grupo. “Memento Mori” es así un álbum de transformación, construido con Andy en vida y que tristemente se ha llenado de un significado muy especial con el fallecimiento de este. Martin sentía que tenía que colocar las piezas en orden, expulsar todos los golpes recientemente vividos en canciones, depurar y que todas esas obras ya creadas no quedaran sepultadas en un agujero negro para siempre.
Ese punto y aparte les quemaba a ambos por dentro y lo que sentían solo se podía explicar y desarrollar a través de la música. Así surge un disco con un claro mensaje de aprovechar la vida hasta el último segundo y no perder el tiempo. Dolor, amor, nuevas direcciones... Un álbum de romanticismo y fantasmas, que construye un nuevo sentido para la banda a través de la esencia de siempre. A estas alturas el ahora dúo ha conseguido crecer apostando por una producción más luminosa y directa de la mano de James Ford (Gorillaz) con el que dieron vida a “Spirit” y la magia de Marta Salogni (Björk, M.I.A.). Además, por primera vez, Martin se apoya en alguien externo a la banda, en esta ocasión Richard Butler, para reforzar el proceso creativo y se genera un cambio de localizaciones llevando la grabación del disco al propio estudio de Martin como huida de todo aquello que les recordara a Andy y que les frenara al sentir su ausencia.
Dejan de lado la lucha política y logran convertir el desencanto que tienen hacia un mundo agotado en: ilusión, resurrección y positividad. A estas alturas no hace falta repetir que “Ghosts Again” es uno de los mejores temas de Depeche Mode de los últimos años. Pero evidentemente es así y hacía mucho tiempo que no nos lanzaban como primer single una canción tan adictiva, cálida y de enorme personalidad. El tema se ha convertido, sin duda, en el alma y la bandera de este disco. Un ejemplo de esa búsqueda por construir unos Depeche Mode soñadores, clásicos pero frescos y que inician un nuevo viaje inolvidable. La música no puede ser solo púas afiladas con las que arañar al mundo. La música también es pasión, emociones, una forma de lenguaje que el dúo sabe usar a la perfección y al que esta vez recurren para verbalizar la crisis existencial que atraviesan, sanar heridas y ayudarse mutuamente. Es el disco del duelo y no han pensado mucho en qué direcciones deben seguir o qué viejos caminos recuperar. Más bien intentan sentir que de nuevo este álbum para Depeche Mode es un presente, un todo, está vivo. “Memento Mori” es la historia de Dave y Martin alcanzando la paz tras la guerra, el proyecto que les ha dado todo lo que necesitaban para empujar y poder seguir adelante.
El álbum inicia con una bola de oscuridad y tensión que avanza dispuesta a destruir todo lo que esté en su camino. Así aparece “My Cosmos Is Mine” con ganas de pocos amigos y como representación del lado más arduo de la banda. Una apisonadora que por suerte se frena antes de generar el caos para dar paso a nuevas voces en nuestra cabeza que invitan a que un mundo mejor es posible. La luz comienza a surgir en “Wagging Tongue” con un corte mucho más pop, aunque suene a clásico, que avecina nuevos senderos a explorar en este álbum y que llegan, por ejemplo, con una “Don’t Say You Love Me” que se presenta casi como el baile final de la vida y la muerte. Un corte romántico de alma orquestal que se funde entre cuerdas y distorsiones para generar un aura gótica que nos encanta. Y es que, aunque a grandes rasgos podemos decir que “Memento Mori” es un álbum pacífico y de ejecución sencilla; está lleno de grandes momentos, detalles que cuidar y gratas sorpresas. Otro ejemplo de ello es el desarrollo de temas como “My Favourite Stranger” en el que a pesar de evolucionar de una forma directa y simple, termina construyendo una tensión final que desconcierta. O, entre los mejores temas del disco, esa “Always You” con alma de hit de cuyo bucle es difícil salir, con un brillo especial y en la que se nota el trabajo analógico y obsesivo de Marta Salogni en la producción.
La cara más post-punk de la banda se refleja muy bien en “Never Let Me Go” que aparece al final del álbum y que invita a dar paso a la clausura con una “Speak To Me” fuerte y poderosa que habla de la soledad y el aislamiento. Una balada orquestal que a su vez se transforma construyendo de nuevo una tensión que nunca termina de explotar, una ansiedad que nunca acaba de desaparecer y con la que la sociedad del presente ha aprendido a vivir. Un cierre que el propio Martin describió como perfecto. En resumen, “Memento Mori” salió a la luz para describir lo que Depeche Mode es en el presente, más allá de cualquier intento de construir una genialidad que revolucione la banda. Es un disco que les ha ayudado a sobrevivir en una de las etapas más frágiles y sensibles de sus vidas. Además, les ha hecho recuperar la ilusión por la música y la idea de la importancia de disfrutar de cada paso que dan como banda como si fuera el último. Un cierre ideal, con la gran sombra de Andy sobre ellos, que deja complemente abierto el futuro cercano del dúo.
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