Déjese querer por una loca

Es harto complicado destripar un disco para una crítica cuando lo escuchado transmite tal cantidad de sensaciones, y deja una agradable calidez flotando entre las neuronas.

Empezaré por decir que La Costa Brava son las canciones que Fran Fernández imagina en castellano al margen de Australian Blonde, junto a las que Sergio Algora (ex El Niño Gusano) y sus secuaces en Muy Poca Gente, guardaban en sus chisteras mágicas. Esto significa que el pop más vibrante, los aderezos en clave de bossa, un cierto ambiente de lounge elegante, las guitarras americanas, el sonido de la steel guitar de su productor Paco Loco, la psicodelia, e incluso ese pop distorsionado, seña de identidad de los ochenta, tienen cabida en este disco. El resultado final es tan variado, coherente y hermoso como imperfecto, debido en gran medida a la falta de presupuesto, que condicionó una grabación en sólo dos tomas. Luego LCB no ofrecen ningún ejercicio de estilo sino un ramillete de fragancias agridulces recién amanecidas. Hay dos versiones, una muy, muy chula de “Race For The Prize (Sacrifice Of The New Scientists)” de “The Soft Bulletin” (Warner Bros, 99) de The Flaming Lips y la segunda de la bonita “2sept2000” del desconocido grupo Kiev Cuando Nieva.