Ohms
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Ohms

8 / 10
Jesús García Serrano — 27-09-2020
Empresa — Warner
Género — Metal

Veinte años después de “White Pony” (00), su indiscutible obra maestra, quién iba a decir que los de Sacramento iban a seguir en plena forma y lanzando discos dignos de mención, como el sensacional “Ohms”, uno de los mejores álbumes no solo de su carrera.

Las guitarras están de vuelta; el aclamado Stephen Carpenter decidió tomarse un descanso mental durante la grabación de “Gore”(16) (estaba allí y no estaba, él mismo lo ha confesado en más de una ocasión), pero en esta entrega nos compensa con un nuevo brote de inspiración que se materializa en afilados y potentes riffs. La demoledora batería de Abe Cunningham y la oscura densidad del bajo de Sergio Vega, que tan bien nos tienen acostumbrados, no se quedan atrás en una mezcla limpia y aplastante, donde en ocasiones los teclados y samplers de Frank Delgado cobran más protagonismo que nunca. Por su parte, Chino Moreno nos trae más de sus mejores registros, con inspiradas melodías que entran bien a la primera, dentro de estructuras que te llevan de la calma a la catarsis. Gran parte de semejante acierto se explica gracias a la excelente producción, firmada por, no podía ser otro, el querido Terry Date, responsable del sonido de algunos de los discos más célebres de la banda.

En “Ohms” se suceden cortes electrizantes de su habitual metal moderno con tintes de shoegaze, desde el cañonazo que supone su obertura, “Genesis”, pasando por la energía refrescante que irradia “Ceremony”, la tralla guitarrera de “Urantia” que se permite un guiño a los beats de estilo hip hop en su parte central, la más tranquila “Error” o la abrasiva “The Spell Of Mathematics”, que incluye chasquidos de dedos y palmas como complemento percusivo.

Entre la reposada “Pompeji” y la muy destacable destrucción de “This Link Is Dead”, un puente ambient recuerda a los pasajes sonoros de “Low” (77) y “Heroes” (77) de la trilogía de Berlín de Bowie. “Radiant City” sigue incrustando el pie en el acelerador, con algunos fraseos vocales cortantes, y con “Headless” vuelven los sonidos más densos en clave de medio tiempo, para rematar al oyente con esa joya que es “Ohms”, como broche y colofón sublime.

Deftones han concebido un disco redondo, sin fisuras y casi perfecto en sí mismo, al que solo se le puede achacar, eso sí, que no haya demasiada experimentación o innovación respecto al camino recorrido previamente por la banda.

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