Junto con Liturgy y Wolves In The Throne Room, Deafheaven son lo más destacable del nuevo Black metal, reinventando el estilo desde dentro. En el presente 2020 el quinteto ha cumplido diez años de carrera y su plan era salir de gira para celebrarlo con su público, pero la pandemia lo truncó todo. Afortunadamente, la banda ha sido tozuda y ha buscado alternativas, y el resultado es este directo grabado en estudio con el que habría sido el repertorio de esos conciertos no realizados de conmemoración de su primera década como grupo.
Los ocho cortes que configuran el disco están escogidos para satisfacer los paladares más exquisitos entre sus fans. La primera del lote es “From the kettle onto the coil”, una canción aparecida a modo de single y no incluida en ninguno de sus cuatro elepés. En una perfecta conjunción de todos los elementos que han hecho de la banda un proyecto exitoso en el universo del metal extremo y experimental. Arranca con el grupo entregado al máximo a su vertiente más Black metal, pero más tarde deambula por terrenos cercanos al hardcore, al space rock o al shoegaze, trazando así un círculo sonoro perfecto que va de Darkthrone a My Bloody Valentine pasando por Mogwai o Converge. Le sigue “Daedelus”, la primera canción que escribieron como grupo y que formara parte de una primeriza demo. Otro ejemplo de sus numerosas aristas estilísticas en torno al metal y el indie rock.
Pero, como buen repertorio de celebración, además de exquisiteces para seguidores acérrimos como las dos ya mencionadas, incluyen también parte de sus cuatro álbumes de estudio. De entre ellos, el que mayor atención ha merecido es “Sunbather”, el disco que marcó un punto de inflexión en su trayectoria, en 2013. Con él lograron una mayor atención de buena parte de la crítica y el público especializados, lo que hizo que su carrera despegase más allá de los círculos más restringidos del metal underground. De aquí son hasta tres de los seis cortes restantes.
“10 years gone” es un disco visceral, intenso y cerebral, fiel reflejo de la idiosincrasia de una banda cuyo sonido es característicamente complejo y lleno de recovecos, no apto para oídos pusilánimes. Quizás no resulte fácil hincarles el diente, pero su originalidad y calidad terminan por imponerse tras las primeras escuchas. Más allá de un regalo para fans, este disco es una perfecta vía de entrada al universo sonoro de Deafheaven.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.