Nunca podría haber llegado a imaginar la vieja, y ya seca, secuoya instalada en plena capital alavesa que iba a ser la principal inspiración para el nombre escogido por un puñado de conciudadanos ávidos de energía y electricidad. Dos elementos, junto a un espíritu gamberro y la adopción de un vertiginoso garage-punk, que resultan básicos para configurar el homónimo EP -de larga extensión, hasta ocho canciones - de debut del cuarteto vitoriano Dead Sequoia.
Conducidos en las tareas de producción por Martín “Capsula” Guevara en sus estudios bilbaínos de Silver Recordings, esa visceral forma de empastar ambos géneros mencionados les conduce a que sus incendiarias guitarras, pieza clave en la consolidación del sonido, chirríen bajo el recuerdo de bandas míticas como The Sonics o The Morlocks, o que la agresividad que imprimen en su ejecución no les aleje sustancialmente de las propuestas de The New Bomb Turks o The Devil Dogs. Buena idea de esa mezcla se concentrará en temas del calibre de “No quiero nada de ti”, donde ponen su lenguaraz verbo al servicio de una temática de (des)amor, o en la especialmente atinada “Ámame o mátame”, que parece funcionar casi como continuación o complemento de la anterior, convirtiéndose en una atronador himno de lacónico y pegadizo estribillo.
Apostando claramente por hacer de la fuerza y pegada -en un sentido dinámico- sus señas de identidad, el grupo no renunciará a filtrar, con mesura, otra serie de influencias, por ejemplo la visible en la irónica “Surfero de interior,” con un estilo ligado al ambiente que se desprende del propio titulo y siempre determinado por ese carácter de desvergonzada contundencia. Esa misma concordancia creada entre el nombre del tema y su manifestación musical se puede establecer en “Insomnio”, donde se dibuja una atmósfera menos inmediata y parcialmente más insinuante. Si para “Amor de antro” aplican una base rítmica más cercana al rockabilly o a la del rock and roll, en “No sé qué hacer” o “Me da igual” recuperan el aspecto garagero en su faceta más vandálica, a lo Dr. Explosion o Wau y Los Arrrghs!!!, a las que se sumará “Haznos el favor”, de la mano de unos fraseos insolentes sostenidos entre pétreos riffs, para completar su vertiente más nihilista y descarada.
Si bien es cierto que el formato escogido por Dead Sequoia para ofrecer su debut, a medio camino entre el EP y uno de extensión más larga, puede suponer por una parte el impedimento de mostrarse bajo un mayor registro de tonalidades, y por otra, el riesgo de resultar redundantes a la hora de ceñirse a una presentación concreta de su personalidad, lo que no cabe duda es que estamos frente a ocho claros y tajantes indicios que nos señalan una propuesta tan, en apariencia, sencilla como aplastante en su resolución.
Ostras,... Y esa generosidad para con uno de los peores grupos que podrás oír en tu vida?
Me duele la cabeza sólo de imaginarme el LP...