Tengo un fanzine (el tercer Fempunk) en el que para hablar de White Magic, Mabel Damunt habla de Paul Bowles, de la fascinación, el misterio y la magia de la repetición. También habla de Quix-o-tic y la saga de las hermanas Billote: Autoclave, Slant 6 y el nuevo grupo de Christina, Casual Dots. De todo lo cual se pueden sacar por lo menos un par de conclusiones, pero sobre todo una: que es muy difícil describir a White Magic en los términos habituales. Se necesitan más vueltas, explicar precedentes, andarse por las ramas. Todo porque White Magic suenan sólo a White Magic, aunque puedan buscarse sus raíces en el folk, el blues, el soul, en toda la música verdaderamente atemporal que se te ocurra.
Hemos tenido que esperar dos años largos para disfrutar de este “Dat Rosa Mel Apibus”, su primer disco largo. Y no ha podido valer más la pena: una presentación gloriosa, invitados de lujo (Jim White -Dirty Three-, Samara Lubelski, Tim Barnes –The Ladybug Transistor- y Tim Dewit -Gang Gang Dance- entre otros) y un sonido más exuberante que en su Ep de debut. Empezando por la muy ritual “The Light” y acabando por cada uno de los giros de “Song Of Solomon”: suena a casa encantada con un jardín precioso y bien cuidado. Fantasmal y luminoso.
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