El quinto LP de John Legend no contiene el porcentaje necesario de revolución social que marcaría un regreso impecable. Pero, sí demuestra un interés de crecimiento y una huida de las facilidades que el lado más comercial de la música puso a sus pies tras la explosión de "All Of Me". Es cierto que entre la enorme lista de compositores nos encontramos con figuras como Will Oldham o Justin Tranter (‘Good For You’ de Selena Gomez). Algo que mantiene viva esa parte de Legend que necesita el éxito para vivir. Pero, sin embargo, en “Darkness and Light” destaca ante todo la impecable producción de Blake Mills (Alabama Shakes) que consigue meterse de lleno en los agujeros negros de la voz de Legend para sacar ese punto agrio que despierta nuestro interés en este proyecto.
La estrella se desnuda desde el inicio explicando a sus fans que la fama no te da ningún tipo de privilegio como ser humano (“Legend Is Just A Name”). Y junto a esta confesión, a lo largo del álbum le veremos hablar de su matrimonio, descargar su posición frente a la política actual o prevenir a su hija frente al futuro (“Right By You”). Legend ha demostrado más de una vez que no es una de las voces críticas del RnB más destacadas de nuestro siglo. Sin embargo, es innegable su talento para atrapar las emociones más primitivas de la humanidad y convertirlas en canción. Lo suyo es la sencillez, las baladas que te hacen meditar, te cargan de melancolía y dejan que su voz fluya de una forma única. Es ahí donde la estrella consigue explicar su función en la industria, nos confiesa sus inseguridades y expresa su angustia frente a las injusticias.
Por esta razón, el interés de “Darkness and Light” cae en picado cuando el pop más facilón asoma la cabeza. Cuando la voz de la política o el arte se convierte en un mensaje vacío de amor que llena de sintetizadores (“Love Me Now”). Legend no está hecho para el mundo moderno, no nos lo imaginamos creando hits de pista de baile y tampoco lo necesita. La diversidad de esta nueva etapa juega a su favor, sacándole de la monotonía y ligándole a figuras como Chance The Rapper. Al igual que nos gusta contemplar que los intereses de Legend no son tan egoístas como pensábamos. Ahora solo le queda sentarse a pensar cómo quiere que sea su futuro, y no solo el de su pequeña, cómo piensa dejar su huella en la música. Y esperemos que las decisiones que vaya a tomar sean las más acertadas.
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