Santigold aparece a modo de cierre en “Dark Times” para reflexionar sobre el viaje que supone este álbum en la carrera de Vince Staples. Una clausura que honra la vulnerabilidad, la creatividad y humanidad de esta nueva entrega en la que el artista profundiza en el camino más frágil que comenzó con su disco homónimo de 2021. “People are playin' the game that they chose to play and we are killing each other and being horrible and dark and beautiful and light at the same time. And it's all movin' us forward on the path that humans are meant to be on, but very slowly”, explica Santigold dejando luego paso a un piano que encuentra la paz a modo de cierre y nos devuelve de nuevo a la naturaleza y la calma con la que inicia el proyecto. Y es que ese es un poco el alma de este nuevo paso al frente de Staples, generar un momento de freno en mitad del caos para reflexionar, no tanto analizar, entender a la humanidad y cómo todo esto le afecta emocionalmente.
“Dark Times” es un disco de idas y venidas a través de, en general, una atmósfera oscura que se arrastra para mostrar una realidad que no escapa de momentos de debilidad, depresión y angustia (solo hace falta ver la soga que se perfila en el fondo de la portada digital del álbum). Una construcción de imágenes que te llevan a la madurez del rapero a través de la relación entre personas, la falta de confianza, el perdón y todo lo que marca la unión con cualquiera de ellas. En “Liars” lo explica muy bien (“And why you gonna be truthful with me when you lie to everybody else?”) recurriendo a esa entrevista a Nikki Giovanni y James Baldwin de 1971 para hablar de falta de honestidad y el valor de la verdad en una relación de dos. Una lección aprendida que le explica a su pareja en “Shame On The Devil” pidiéndole que, por favor, confíe en él a pesar de ser imperfecto. Y es que de eso va un poco la vida, ¿no? De atravesar a veces el cielo, a veces el infierno, aprender y construir. Así que todo esto se lo lleva también al terreno profesional: “Voices still in my head, voices still in my head, beef with my closest of friends and made no amends”. Staples compara el respeto, la competición y la confianza de su gente del barrio con la batalla constante de la industria musical. Y es que, sin lugar a duda, Staples es uno de los mejores creadores, con una carrera más sólida, de su generación pese a no ser valorado en muchas ocasiones en la forma en que se merece.
“Dark Times” llega con el empujón de Michael Uzowuru en la producción. Figura tras temas como “In My Room” de Frank Ocean, “HENTAI” de Rosalía o “cellophane” de FKA twigs. Una muy buena apuesta para empastar ese salto al boom bap, alcanzar la oscuridad entre beats algo más dormidos, no abandonar ese punto retro o meter orquesta entre barras. Pero no es el único que aparece, vuelve a contar con Cardo en la producción de “Radio”, tema lleno de nostalgia, familia y un discurso a vivir la música de verdad lleno de referencias a sus discos favoritos como “Below The Heavens” de Blu & Exile. O, por ejemplo, recurre a Mike Hector (Kendrick Lamar, Denzel Curry) en un potente y noventero “Étouffée” para lanzar una de las mejores piezas del proyecto en la que cuelga una de las barras más representativas del disco: “In the ghetto, I’m a martian”.
“Dark Times” pertenece así al Vince Staples más reflexivo. Puede que haya perdido un poco la seguridad y el barrio con el que nos hablaba en “Ramona...”. Pero, aun así, es increíble ver cómo logra que a día de hoy sigas sintiendo que con cada entrega conoces un poco más el complejo puzzle mental que tiene en la cabeza. En esta ocasión nos encontramos con un disco que refleja las secuelas de todas esas heridas de bala que hablábamos en su predecesor. Un álbum para volver a recordar la importancia del autocuidado, el valor de la familia y el peligro de la ambición. Una nueva entrega para asumir, respirar, pero solo sonreír cuando sea de verdad.
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