Respeto. La banda liderada por Chad Kroeger es la única en su género que sigue atesorando el potencial comercial que atesoró hace ya casi una década con hits como “How You Remind Me” o “Someday”.
Disco tras disco, los de Vancouver siguen puliendo su fórmula y mantienen la habilidad de incluir uno o dos temas ideales para sonar hasta la saciedad en las radiofórmulas norteamericanas, y seguir así alimentando su privilegiado estatus. En esta ocasión, la estrategia del cuarteto ha pasado por contratar a Robert “Mutt” Lange (AC/DC, Def Leppard, Shania Twain) para la producción y sacarse de la manga nuevos hits como “Burn It To the Ground”, la power ballad “I’d Come For You” y, por encima del resto, el excelente single “Gotta Be Somebody”. El conjunto de temas, trabajo de Lange mediante, resulta más ligero y accesible en relación a la producción histórica del grupo. Algo que no hace más que afianzar la posición de Nickelback como los Bon Jovi del rock duro moderno; sin el tirón de los de New Jersey en Europa, pero con un legado que empieza a ser equiparable y con un sonido que cada vez hace mayor justicia a la comparación.
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