Para que se hagan una idea aproximada, los de Omaha -tierra de gloria gracias a Cursive, Bright Eyes o The Good Life- combinan con una pericia aterradoras olas de synth-pop oscuro y ochentero con guitarras directamente heredadas del indie más brusco. Alguien dijo alguna vez que The Faint eran unos chicos punk haciéndose pasar por New Order en una fiesta electroclash y, por muy lisérgico que les suene, tenía bastante razón. Aunque también deberíamos citar a Duran Duran, porque sus melodías recuerdan a las de Simon LeBon, e incluso a EMF, ya que The Faint pueden firmar hits como "Agenda Suicide" o "Glassdance" que bien podrían encajar en el incomprendido segundo largo de aquellos, el enigmático “Stigma”. Supongo que, a partir de estos referentes, empezarán ustedes a pensar que The Faint recuerdan irremediablemente a los ochenta o que deberíamos considerarles unos Ladytron metidos a grupo de rock duro y en cierto modo así es, aunque todo ello lo consiguen sin dejar de sonar actuales y, sobre todo, personales. Primero descúbranles y después, si caen en sus redes -que deberían, porque lo merecen- háganse con el primer disco de Broken Spindles, proyecto en solitario de Joel Petersen, guitarrista del grupo, más cercano a la electrónica de alcoba con ritmo y espíritu indietrónico. Pero esa es otra historia.
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