Puro Teatro

La argentina Daniela Spalla todavía no es muy conocida en España, pero eso puede cambiar en cuestión de un abrir y cerrar de ojos. Aunque es posible que hablar de oídos sería más acertado. Y justo eso es lo que tendríamos que aguzar con mimo, para captar esas notas que deberían cruzan ese largo charco que a veces lo diluye todo. Claro que Daniela no lo ha tenido nada fácil para hacerse un hueco en esta industria tan competitiva, y más si se trata de jugar en la división del pop latino con vocación comercial no prefabricado. De hecho tuvo que emigrar a México en 2013 para conseguir una repercusión que en un país tan roquero como el suyo no acababa de lograr. Y ¡qué decisión más acertada! Porque en breve su nombre se codeará junto al de otras féminas del género más veteranas como Julieta Venegas o Javiera Mena. De hecho Daniela Spalla condensa algo de ambas. De la mexicana ese toque algo naïf y picaron, mientras que de la chilena ese tenue e indistinguible toque indie sumado al regusto ochentero de temas como “Te veo a la salida” o ese indiscutible rompe-pistas que se llama “Me voy”, que puede encumbrarla en las ondas radiofónicas de toda Latinoamérica.

Y es que Daniella Spalla tiene ese timbre dulzón y suave que reconforta y enamora. Un toque sensual que explota en los temas más lentos como “Carteles” que, pese al evidente tono almibarado, te deja embelesado y con ganas de más. Lo mismo sucede con ese excelente medio tiempo despechado que es “No me hables más de amor”. Uno de esas canciones que también encumbra carreras y rompe corazones. Además el disco tiene solo 10 temas muy bien elegidos, con lo que el tono romántico del álbum no llega a agotar para nada, dejándote incluso con ganas de más. Y eso hoy en día es todo un acierto.

Estaremos más que atentos a sus próximos pasos, a la vez que recuperaremos los discos realizado con anterioridad como el, también excelente, “Camas separadas” (18) o un “Ahora viene por nosotros” (14) producido por ese mago perfeccionista llamado Rafa Arcaute (Andrés Calamaro, La Pegatina) que además le valió a la argentina una nominación a los Grammys latinos que por aquí pasó totalmente desapercibida. Como tantas otras cosas que suceden al otro lado del charco. Algo habrá que hacer para solucionarlo.