El sexto trabajo del geniecillo con sede en Baltimore despliega todas las armas sonoras que le han puesto en primera fila del pop electrónico que no elude la experimentación. Es el primer trabajo en el que la voz de Dan Deacon nos llega fundamentalmente al desnudo, liberada de vocoders y efectos más o menos marcianos. Eso no impide que el álbum, desde su portada y título, adopte un tono de caleidoscópico viaje psicodélico.
Compuesto en los huecos que le han dejado los constantes encargos de bandas sonoras para los que ha estado trabajando y con un ojo puesto en el libro de estilo de Brian Eno y otro en el de Animal Collective, la música de Dan Deacon no puede ni quiere liberarse de su habitual cualidad cinemática, muy presente a lo largo de todo el viaje, pero se hace deliberadamente más emocional: “Sat By A Tree” suena como si The Flaming Lips se hubieran hecho un lifting para rejuvenecer veinticinco años.
Las cuatro partes de “Arp” (“Wide Eyed”, “Float Away”, “Far From Shore” y “Any Moment”) concilian retro electrónica espacial con melodías expansivas y momentos introspectivos con saxo incluido, y la cosa funciona de principio a fin, pese a meternos de cabeza en abismos de gran densidad. La minimalista “Weeping Birch” se despoja de ruido electrónico para descansar en una base de cuerdas, mientras que “Fell Into The Ocean” y “My Friend” recuperan al Dan Deacon más juguetón y pop y “Bumble Bee Crown King” culmina con una nueva vuelta de tuerca de acidez electrónica. El conjunto, eso sí, se resiente de uno de esos apretadísimos masters digitales que arrasan los matices de cualquier mezcla: menos mal que nos queda el vinilo.
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