The Horizon Just Laughed

Damien Jurado es seguro de fiabilidad desde hace ya más de veinte años, amasando una discografía extensa y con la que raramente ha decepcionado a sus seguidores. Poco importa que el autor acelere el ritmo e incluso visite parajes menos frecuentes (y con querencia psicodélica) como ocurría en su anterior entrega, “Visions Of Us On The Land” (Secretly Canadian, 16), porque la impronta se mantiene y siempre dota sus discos con una personalidad inconfundible.

Pero lo cierto es que donde el norteamericano destaca de sobremanera es dentro de sus coordenadas habituales, desarrollando esa mezcla de pop y folk altamente melancólica y cargada de belleza emotiva. El vocalista recupera esas texturas con el presente “The Horizon Just Laughed” (Secretly Canadian, 18), y completa una colección de canciones maravillosa y tremendamente equilibrada. La obra se remata con arreglos clásicos (los violines seleccionados son pura magia) que aumentan la elegancia de unas canciones de por sí distinguidas y acertadas, mientras que la honestidad (interpretativa y propiamente narrativa) del músico resulta desarmante y empática. El creador quizá canta mejor que nunca, con visos tradicionales que le ajustan como un guante. Jurado convierte la virtud de la discreción en canciones majestuosas que, sin embargo, no pierden un ápice de la esencia con la que fueron creadas.

La referencia alberga temas intachables como los cuatro primeros: “Allocate”, una “Dear Thomas Wolfe” que es puro Nick Drake, “Percy Faith” y “Over Rainbows And Rainier”. Los cincuenta y cuatro segundos de "Cindy Lee" funcionan como interludio en el ecuador del álbum, antes de dar paso a otras destacadas como “Florence-Jean”, el ligero acercamiento a la bossa-nova de “Marvin Kaplan” o la agitación de la final “Random Fearless”. El duodécimo álbum del de Seattle ha sido desarrollado con una perceptible clama, resulta especialmente inspirado (e inspirativo) a lo largo de once cortes, y apuesta principalmente por el impacto de la nostalgia. Una entrega que se sitúa entre lo mejor de un artista infalible y, desde hace muchos años, absolutamente imprescindible dentro de la escena norteamericana.