Reggae Film Star

Afirmar que un tipo con veinticinco años de carrera y casi dos decenas de discos en la saca acaba de publicar una de sus mejores obras es, sin duda, un controvertido acto de osadía. Sin embargo, la sentencia conlleva también un importante nivel de convicción a sabiendas de que, en efecto, la presente entrega no es sino un fantástico y coherente conjunto de canciones. Publicado a través de su propio sello poco más de un año después de ‘The Monster Who Hated Pennsylvania’ (Maraqopa Records, 21), ‘Reggae Film Star’ (Maraqopa, 22) muestra a un artista definitivamente inmerso en su madurez creativa, que entrega un álbum tan sosegado como emotivo a través de los doce fotogramas sonoros que lo conforman.

Una secuencia, la ofertada por Damien Jurado, de expresividad cinematográfica y marcado tinte nostálgico, que tiene su culmen en ese tipo de belleza a estas alturas inconfundible. Una colección con sentido conjunto de álbum que comienza con la estremecedora “Roger”, propiciando un sentimiento que tiene continuidad (mientras remite a Kings Of Convenience) en la bonita “Meeting Eddie Smith”. También destaca la emocionantísima y elegante “What Happened To The Class of '65?”, el acercamiento al pop engalanado con violines de “Day Of The Robot”, “Ready For My Close Up”, una “Whatever Happened To Paul Sand?” que bien podría haber estado firmada por M. Ward, “Taped In Front Of A Live Studio Audience”, o la final “Gork Meets The Desert Monster” ejerciendo de cierre mientras recuerda cuán alargada sigue siendo la sombra de Nick Drake.

Salpicado con presumibles trazos autobiográficos, ‘Reggae Film Star’ (Maraqopa, 22) dibuja horizontes que presumen de calado y efecto balsámico, pasando a formar parte de lo más granado del catálogo de Damien Jurando tras hacerse hueco entre títulos como ‘Rehearsals For Departure’ (Sub Pop, 99), ‘On My Way To Absence’ (Secretly Canadian, 05), ‘Saint Bartlett’ (Secretly Canadian, 10) o ‘The Horizon Just Laughed’ (Secretly Canadian, 18). Un nuevo acierto (el enésimo) de este artista con aspecto de funcionario anodino que, sin embargo, ha resultado ser uno de los grandes compositores de su generación, manejando en propiedad buen gusto y una personalísima sensibilidad que tiene a bien colocar en preciosas piezas.