cursi

No todo en argentina es tango, ni mucho menos rap. Ahí siguen los cantautores, que más allá de los consagradísimos, Fito Páez o Charly García, casi fuera de época hay otros que siguen contando historias que queman o endulzan los días. En ese club ha emergido últimamente la voz y música, casi un boceto, directa, libre, —bendición— básica y poética, de Zoe Gotusso.

Las primeras noticias a este lado del mundo nos llegaron con la bella "Infinitos" junto a Leiva para el disco de duetos del segundo. Antes de aquello , la cordobesa había viajado por medio planeta (también estuvo en 2023 en Barcelona con Julián Kartun), guitarra en mano, llegando a abrir incluso unas cuantas fechas para Coldplay. Hizo lo propio incluso con Paul McCartney. Y es que tiene algo de hipnótico ese trazo suave en sus canciones, que parecen nubes muchas veces, como cuando coloreamos tumbando los lápices de cera. Es un porte, el suyo, dylaniano, como si las canciones le nacieran solas.

Precisamente, lo poco que le faltaba a su carrera hasta ahora eran unos cuantos de esos temas compactos y —aparentemente— espontáneos en un único disco. Había publicado singles de éxito como "Un Bossa + o Ganas". Pero su primer disco bajo su nombre, antes había formado parte de Salvapantallas, "Mi primer dia triste" (20) demandaba más tracks como "Cuarto creciente" o "El cuerpo". Es algo que ha enmendado en "Cursi", que pasa como Puerto de Indias. Sin darse cuenta uno.

La instrumentación es mínima. El lirismo en la voz se mantiene en un lugar cómodo todo el rato. Las historias son de tí, de mí, del amor. Es perfecto. Un ratito fantástico entre la bossa, el folk y el lo-fi. Donde no sobra nada. Las que no acaban de epatar, no molestan, y luego claro, están las "Pensando en ti", "Lara" (primer single), "Voy a olvidarme de mí" (especialmente rítmica para el conjunto del cedé, compartida con Bomba Estéreo) o "Entrégate". Zoe Gotusso debería romper la frontera del teloneo con este largo, ya tiene mimbres para que sus historias sean las protagonistas.