Se las prometían felices. Creían que el respeto le puede al presente y que su bagaje histórico siempre les pondría por encima de cualquier eventualidad acontecida hoy en día. Pero el regreso de Run DMC le hace un corte de mangas al legado, a la historia y a cualquier tipo de aspecto relacionado con el respeto. “Crown Royal” es un disco intolerable. Su patetismo cabe buscarlo, por encima de consideraciones estéticas, en el planteamiento inicial del álbum.
Buscar a Everlast, Sugar Ray, Fred Durst, Kid Rock o al cantante de Third Eye Blind como guías musicales es un insulto a los que, por alguna razón, hemos amado el hip hop y, también, a Run DMC alguna vez en la vida. Una tomadura de pelo que no tiene puñetera gracia. Bochornoso, indecente y autoparódico (las guitarras en vivo tuvieron gracia en el 84... ahora resultan chistosas), “Crown Royal” es, en conjunto, una mamarrachada: el crossover de “Rock Show”, “The Schools Of Old”, “Them Girls” o “Here We Go 2001”; el patinazo latin de “Ay Papi”; y unos cuantos atentados a pequeña escala (sólo se salva de la quema “Queens Day”, junto a Nas y Prodigy de Mobb Deep) completan el mayor despropósito del año. Un verdadero espanto.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.