Cariño

Cariño habían traído al mundo hasta ahora catorce canciones, sin contar remixes o colaboraciones con otros artistas. Era abrumadora, pues, la sensación de encontrarse con doce temas nuevos suyos acabados de salir del horno, aunque ya nos hubieran adelantado cuatro de ellos. No obstante, una vez más, el trío ha demostrado que no hay vértigo ni larga espera que puedan con su tontipop.

Es sintomático que el álbum se llame “Cariño”, pues viene a decirnos que lo que encontraremos en él es su más pura esencia, o, mejor dicho, el perfeccionamiento de esta. El disco nos presenta lo que ya conocíamos pero con algo más, con algo mejor, con algo difícil de describir pero presente en cada nota y en cada palabra. Una revisión y versión de lo que fue “Movidas” (Elefant Records,18) pero sin serlo.

Aun así, también es un disco de primeras veces, con la voz de Paola pudiendo ser claramente reconocida en “Bonus trap”, sin duda uno de los temazos del disco, y con la tristeza siendo expresada no solo a través de las letras sino también de forma más evidente que nunca a través del sonido, como se muestra en la grave “Algo ha cambiado”. Las bases y la guitarra siguen siendo las protagonistas, pero se han permitido jugar con ellas con un excelente resultado.

Como no podía ser de otra manera, las relaciones humanas son el gran tema de “Cariño”, que en prácticamente todas sus canciones se dirige a un tú con extrema euforia, enfado o pena. Este álbum nos permite pasar de un estado al otro sin casi darnos cuenta, empezando bien arriba con el ya éxito “Si quieres”, haciéndonos rabiar en “Tamagotchi” o dejándonos “Llorando en la acera”.

Cuando hay metáfora, está impregnada de cotidianidad, pero, en general, nos encontramos con letras abanderadas de la honestidad más limpia, que cuentan sin tapujos ni ornamentos lo que nos pasa por dentro y en relación a los demás. “Cariño” es, pues, un disco involuntariamente generacional; Cariño son, sin duda, uno de los pilares del indie pop español actual.