El sello Hoodoo Records está llevando a cabo a lo largo de los últimos años una apasionante labor de arqueología musical, recuperando archivos sonoros de los primeros años del rock and roll. Desde Screamin’ Jay Hawkins hasta Chuck Willis, pasando por las primeras grabaciones para Chess Records de Chuck Berry o Dale Hawkins. En el caso de Rufus Thomas, se compilan los temas que grabó en los primeros años de los cincuenta para sellos como Sun -suyo fue el primer éxito del sello, “Bear Cat”, una divertida réplica al “Hound Dog” de Big Mama Thornton-, Chess o Meteor. Autodenominado “el chaval más viejo del mundo”, Thomas encarna el sonido más característico de Memphis, el de aquellos artistas que no tenían idea de leer música, pero que eran capaces de creaciones de un hondo contenido emocional, extraídas directamente de las tripas. Mentor de futuros nombres de la escena como BB King, Junior Parker o Ike Turner, Thomas conquistaba a pulso su lugar en la historia del rock en estas grabaciones primerizas, una mezcla cruda y descarnada de R&B combinada con la primera estética sonora del rock and roll. Más tarde vendrían sus éxitos para el sello Stax, su trascendente influencia para grandes nombres de los sesenta como The Beatles, The Who o The Rolling Stones, que versionarían su “Walkin’ The Dog”, y sus éxitos en los setenta, más orientado al blues en temas como “So The Funky Chicken” o “The Breakdown”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.