Cráneo y Bejo presentan ‘El Tobogán’ en mitad de la primavera para lanzarse a toda velocidad a una ambiciosa gira latinoamericana que demuestra que hay vida más allá de los circuitos habituales y más trillados de la música en España. Tanto uno como otro han sabido construir una carrera alejado de las grandes instituciones discográficas y su implantación en el imaginario de la escena rap nacional es fuerte y estable. En la otra mano, la vitalidad del álbum es la clave, no es ni fuerte ni estable, sino atrevido y cambiante. No es tanto un álbum con una propuesta (apuesta) ganadora sino un crisol de ritmos y flows, un ejercicio de estilo y de gozo.
Sin convertirse en un álbum legendario, ‘El Tobogán’ es un ejercicio de estilo original y valiente de Cráneo y Bejo que, por fin, hacen equipo a largo plazo, después de homenajearse y tenerse en cuenta en sus últimos trabajos. Dos estilos tan diferentes -el de Bejo más delirante y lumínico; el de Cráneo más onírico y suave- se unen con gracia en un álbum donde los sonidos más clásicos (incluso vintage, piensen en ‘Derrapando’) se unen a propuestas divertidas y que sacan al madrileño y al canario de su zona de confort (piensen en ‘Resaca’ con esa cumbia espídica).
‘El Tobogán’ es un trabajo importante en la carrera de ambos. Hay vida más allá de los mundos conocidos por ambos, hay posibilidad de llevar el talento de Cráneo y de Bejo a otras latitudes sonoras. ‘El Tobogán’ se convierte en un statement creativo que ensancha la base de ambos sin renunciar a su esencia. La marihuana tiene importancia, la actitud descarada e irreverente también, al igual que la apuesta por la naturalidad y el hedonismo. En ese sentido, en ‘El Tobogán’ encontrarán los fans de Bejo y Cráneo lo que buscan cuando se arriman a su música habitualmente. Cambian lo necesario para crecer y mantienen la esencia, el aroma inconfundible que les ha permitido mantenerse en la exigente ola de la música durante la última década (sí, ya somos muy mayores todos).
‘Tráelo’, ‘Nada’, Truman’ o ‘Atmósfera’ son canciones brillantes, redondas. Cráneo y Bejo aciertan de lleno. Sin pretensiones artificiales y con talento a raudales salen joyitas muy disfrutables como este álbum’. ‘El Tobogán’, divertido, colorido, veloz, es un acierto. Y lo más importante, igual que el parque, cuando uno sale quiere montarse otra vez, y otra, y otra.
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