Courtney Barnett es una de las mejores compositoras de la última década y su disco largo de debut, “Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just Sit”, sigue siendo uno de los discos capitales de estos tiempos. Su segundo Lp, “Tell Me How You Really Feel”, se quedaba un pequeño peldaño por debajo, pero seguía demostrando que la fórmula seguía funcionando, brillantes canciones de rock alternativo con unas letras llenas de observaciones irónicas, mordaces y humorísticas.
Pero su tercer disco largo (no estamos contado su debut con "The Double EP: A Sea of Split Peas"), “Things Take Time, Take Time”, llega tras la pandemia y la ruptura con su pareja desde hace varios años, Jen Cloher, y Barnett vuelve con un disco más reflexivo y grave que se inclina hacia lo meditativo, musicalmente también tiende más hacia una especie de cantautora eléctrica, más que a las comparaciones como la nueva Courtney Love o Kim Deal. Todo estaría bien si las diez canciones aquí presentes estuvieran a la altura de un "Depreston" o un "Need A Little Time" pero ninguna de ellas alcanza esas alturas.
El disco se abre con una frase que define a la perfección el espíritu del mismo "arrastro una silla hasta la ventana y observo lo que pasa". Desde ese momento tenemos un asiento en primera fila en la casa de Barnett para ver lo que ocurre en su barrio, posiblemente durante la pandemia. Barnett se quita la careta cínica y se pone más tierna y sentimental que en tiempos pasados, hasta en los momentos dirigidos directamente hacia su ruptura amorosa, como en la que posiblemente sea la mejor canción del disco, "If I Don't Hear From You Tonight", se puede ver ese sentimiento "Si no sé de ti esta noche, sé que probablemente has cerrado los ojos y que todo estará bien". Cloher había declarado que llevaba muy mal los continuos viajes de Barnett, pero aquí ella le da la vuelta al tópico y cuando no recibe una llamada de su ser querido no piensa automáticamente en que le estará poniendo los cuernos o que habrá tenido un accidente, tan solo que se habrá quedado dormida.
Es evidente que este es un disco para escucharse sentado mientras se mira por la ventana con una café calentito en la mano, pero también que es el disco menos divertido de toda su carrera. Aun así, hablando de una compositora de su calibre, no faltan varias canciones notables como la melancólica "Rae Street", la pegadiza "If I Don't Hear From You Tonight", la dulzura de "Make a List of Things to Look Forward To" o la optimista "Take It Day By Day", la mejor entre las que no habían salido como adelanto antes de la publicación del disco.
Barnett ha ampliado su sonido metiendo baterías y ligeros toques electrónicos pero sin alterar mucho su fórmula, además los mejores momentos vuelven a llegar en las canciones en las que su guitarra eléctrica es el principal acompañamiento. El resultado es un disco agradable y plácido pero al que le falta algo para situarse al nivel de los dos discos anteriores de la cantante australiana.
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