Constant Image

La banda de Washington D.C. Flasher ha irrumpido en el panorama internacional con un elepé debut que muestra la versatilidad de sus canciones, alejándose del puramente carácter post punk de sus primeras composiciones publicadas hace un par de años. En este Constant Image (Domino/Music As Usual, 2018) nos vamos a encontrar a una formación movida por impulsos nerviosos, encerrando siempre en sus temas un espíritu de lo más pop donde exhiben por momentos músculo y se lanzan a por un apartado eufórico en muchos puntos del trabajo. Este apartado eufórico en muchos casos llega como consecuencia de la necesidad de encontrar una vía de escape a situaciones vitales que tienden hacia lo extremo, todas ellas descritas mediante frases que en todo momento abrazan lo escueto pero que proporcionan ideas de lo más concisas sobre lo que quieren transmitir. Un recurso que impregna la mayoría de los temas, aportando una gran sensación de dinamismo con la que al mismo tiempo logran romper el apartado más angustioso de cortes como Material. Si a esto le unimos algún que otro coqueteo con los sintetizadores más propios de formaciones como Devo, obtenemos un resultado de lo más llamativo desde la primera escucha.

La maquinaria de Flasher parece perfectamente engrasada para sobreponer una vertiente rock incisiva y de ritmos marcados sobre otras influencias bien asimiladas, alcanzando desde la new wave estadounidense más guitarrera en Pressure hasta lo ferviente del power pop de Who’s Got Time?. Así es como en todo momento se muestran de lo más inspirados, volcando por momentos una urgencia que poco a poco deriva hacia un apartado más caótico que sin embargo saben manejar a la perfección. Un equilibrio perfecto entre limar las partes más angulosas de sus temas y no renunciar a los momentos que precisan de un mayor carácter agresivo. Precisamente esta vertiente es la que actúa como elemento diferenciador, ya que en todo momento las raíces de los miembros del grupo más relacionadas con el punk se hacen presentes, tanto en el compacto juego vocal empleado para escupir las letras como en los momentos en los que la contención no tiene cabida. No en vano, los orígenes del grupo están asociados a Sister Polygon Records, el sello de Priests, banda que con los años se ha convertido en el principal estandarte del post punk más underground de la capital estadounidense. Sin lugar a dudas una buena referencia para entender el punto de partida de este trabajo.