Congratulations

Prometieron un disco diferente, y lo han cumplido. Aseguraron que no íbamos a encontrar ningún “Time To Pretend”, ningún “Electric Feel” y mucho menos un “Kids”, y a buena fe que no era ninguna exageración. No hay hits en “Congratulations”. Que eso vaya por delante. Es más bien un ejercicio de trance pop armado desde la psicodelia y la paleta sonora de Pete Kember (ex miembro de Spacemen 3), que supervisa y dirige el camino que ha querido emprender MGMT hacia derroteros más ambiciosos, que desarrollan lo que tímidamente apuntaban en la segunda mitad de “Oracular Spectacular”.

Partiendo de esa base, el segundo trabajo del dúo de Brooklyn es todo menos una decepción. “Congratulations” es una huída hacia delante que bucea entre una mezcla fantástica de influencias provenientes de bandas como Spiritualized, The Flaming Lips o los propios Spacemen 3. El tema inicial que da título al álbum es una buena muestra de lo que nos vamos a encontrar. Ambientes lisérgicos y elaborados juegos melódicos que contrastan con la festividad del título. A continuación, “Lady Dada’s Nightmare”, un tema instrumental seguido de “Brian Eno”, que más que al ex miembro de Roxy Music, podría pasar por un perfecto homenaje a Sparks. A estas alturas, las esperanzas de encontrar rastros de “Oracular Spectacular” ya han menguado de forma considerable. Pero a cambio hemos ganado la sensación de haber entrado en un viaje, si no tan irresistible en su inmediatez, sí mucho más agradecido en su perseverancia.

El leit motiv de Goldwasser y VanWyngarden de huir del éxito de su primer trabajo parece desarrollado a conciencia. El beat sixties con el que empieza “Siberian Breaks” se transforma en un ejercicio de pop sinfónico de más de doce minutos que, junto con la sensibilidad pop de “I Found A Whistle” y “Someone’s Missing”, se cuenta entre lo mejor del disco. Los cortes finales certifican el nuevo triunfo del dúo, quizás no sobre el público, pero sí sobre sí mismos. Los arreglos, específicos para cada requiebro, personalizados, siempre cambiantes, crean un mosaico de lujo que puede plantear dudas sobre la regeneración en la capacidad comercial de la banda, pero no sobre su relevancia creativa, más vigente que nunca.