Heavy Steps
DiscosComeback Kid

Heavy Steps

8 / 10
Jaime Tomé — 26-01-2022
Empresa — Nuclear Blast
Género — Hardcore

Veinte años en pie, cinco desde su última referencia y siete discos en su catálogo. Comeback Kid son un estandarte del hardcore moderno junto a Stick To Your Guns, Terror o Defeater, y con el reciente "Heavy Steps" estos canadienses confirman que su rabiosa frescura permanece inamovible.

“Outsider”, la referencia anterior a “Heavy Steps”, se estrenó en septiembre de 2017 y supuso una continuación a lo que ya habían ofrecido en sus referencias previas: una mezcla de hardcore punk de toda la vida con algún que otro detalle más o menos metalero y ciertos tintes de pop punk además de una serie de colaboraciones de otros artistas que ya se consideran habituales desde “Symptons + Cures” (2010).

Este séptimo álbum es frenético y directo, un auténtico bofetón dosificado en 11 pildorazos de adrenalina sobrados de actitud que no fallarán a sus fans de siempre y que quizá puedan atraer a aquellos asiduos al groove o crossover thrash gracias a las guitarras afiladas y rápidas de temas como “In-Between” o “Crossed”, en el que colabora el vocalista Joe Duplantier de Gojira, recordando al joven Max Cavalera al frente de Sepultura, con coros que ayudan a despegarse un poco de las voces chillonas de Andrew Neufeld.

Resulta difícil ponerle alguna pega al candente paseo que ofrece este trabajo tan bien mimetizado con el hardcore sabiendo que es capaz de golpear tanto con los breakdowns más mosheables y potentes (“Dead On The Fence”, “True To Form”) como de hacerte gritar los estribillos repetitivos más potentes de “No Easy Way Out” sin dejar a un lado los aires más pop punk y melódicos de cortes como “Everything Relates”, donde colabora JJ de Deez Nuts, o “Standstill”.

El sabor que dejan unas cuantas escuchas de “Heavy Steps” invita a repetir. Es fácil de digerir, suena de perlas y es variado aun dentro de lo poco que permite su estilo. Es casi imposible que vaya a cambiar la vida de alguien, pocos discos logran esta labor, pero puede ser un genial acompañante de maratones que no te obligará a romperte la cabeza con técnica y experimentación. Al fin y al cabo, el punk y sobre todo el hardcore tienen ese efectivo y simple cometido de ser buenos acólitos para despertar la furia interna para sacar músculo y destrozarlo todo.

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