Muchos fans de Pulp y parte de la crítica parecen sorprendidos por el presunto giro hacia el rock de corte melódico, el romanticismo y la vocación crooner de Hawley. No deberían, porque se rastrea sin esfuerzo en varias de las mejores canciones de la banda. “Babies”, “Help The Aged”, “This Is Hardcore” o “A Little Soul”, por no citar más, lucen acordes, efectos y líneas de guitarra absolutamente vintage. De hecho, para mi gusto personal, junto a la entonación peculiar de Jarvis Cocker era el as con que obtenían sus cumbres creativas (no necesariamente los temas más populares). Y aunque el resto del repertorio tiraba a guitarrazo indie, ahora que decide él saca a relucir sin cortapisa alguna su pasión por la música y la estética americana de posguerra. Es un disco de crooner, más cerca de Sinatra que del pop de nuestros días, aunque con evidentes deudas contemporáneas. Por supuesto, Hawley no se acerca a los grandes, pero los reivindica con excelencia y con posibilidades, si insiste, de convertirse en el Chris Isaak europeo. Voz e imagen no le faltan, e ideas musicales tiene bastantes más que el californiano.
These pieces really set a standard in the indtsury.