Classe mitjana

Vaya por delante lo admirable que resulta que, tras una trayectoria de siete años y cuatro discos, los integrantes de Rosa-Luxemburg se lancen a cambiar su registro y afronten la siempre difícil aventura de componer un disco conceptual (una novela musical, según sus propias palabras). El resultado final es una obra compleja y arriesgada, muy cercana en concepto a la ópera-rock de los setenta o a los últimos experimentos de sus contemporáneos Standstill. La historia comienza en la portada, realizada por Quico Palomar, fundador de La Fura dels Baus, ya que en ella se adivinan los personajes de la historia: un inspector de policía, su mejor amigo (¿se ha suicidado?), un grupo de gente que simboliza la clase media, y la ciudad. Abriendo el libreto, firmado por Pol Fuentes (líder y guitarrista del grupo) y cargado de potentes ilustraciones, se descubre la parte fuerte de la obra: la literatura. Letras de corte introspectivo y nihilista, sarcástico y puntiagudo, llenas de profundidad y carga reflexiva, todo al servicio del hilo narrativo, no lo olvidemos. La música que lo envuelve está a la altura y remite al rock català de los setenta, pero también al rock progresivo de grupos como Yes o incluso, en algunos momentos puntuales, a los experimentos sónicos de un Panda Bear.