Es tan difícil no enamorarse de ellos, que no querer acercarse a Clap Your Hands Say Yeah es como empezar a sacarle defectos a esa chica que te gusta con la intención de no acabar colado de ella. Así que como en la vida lo mejor que se puede hacer siempre es dejarse llevar por las cosas del corazón y ser sincero, poco importa que la voz de Alec Ounsworth sea clavada a la de David Byrne o, las menos veces, a Gordon Gano, y que su punto fuerte no sea la originalidad.
No es algo que se le pueda reprochar a una banda que en su disco de debut es capaz de mantener el nivel en las doce canciones que lo forman, firmar al menos cinco inapelables hits rompesuelas (“The Skin O My Yellow Country Teeth”, “Is This Love” o “Heavy Metal”, estarían entre ellas) y apropiarse de la herencia de grupos como Talking Heads, Stereolab The Feelies, Violent Femmes o Jonathan Richman, y hacerla suya. Si a eso le añadimos que Clap Your Hands Say Yeah vuelven a usar el pop como arma arrojadiza (escuchen ese alegato antibelicista que es “Upon This Tidal Wave Of Young Blood”) contra todo aquello que no les gusta de forma festiva, saltarina y nada pretenciosa, la cosa es de nota.
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