CINEMA
DiscosCiudad Jara

CINEMA

8 / 10
Alejandro Caballero Serrano — 09-03-2022
Empresa — El Último Pasillo
Género — Canción

Sí, la pandemia nos afectó a todos, pero más aún a esos proyectos que recién arrancaban como Ciudad Jara. Es verdad que tenían el bagaje de Pablo Sánchez como aval, pero se trataba de un grupo y un estilo totalmente renovados. Supieron reponerse del golpe y, tras el prepandémico “Donde nace el infarto” (El último pasillo, 20), nos deleitan con “CINEMA” (El último pasillo, 22).

Tan solo han necesitado diez canciones para abandonar esos clichés que arrastraban de épocas pasadas, alejándose de ritmos frenéticos con pausa y tranquilidad. Pero no solo hablamos de un cambio sonoro, también de uno compositivo en el que Pablo se ha liberado dando paso a un trovador moderno que mezcla sus propias experiencias con fantasías y leyendas.

Para poder entender mejor el concepto de “CINEMA” tenemos que trasladarnos a marzo del 2020, momento en el que estas canciones empezaron a tomar forma. Ahí nos topamos con “Para volver a rodar” que nos sitúa en el imaginario sonoro y compositivo del LP. Las referencias a la pandemia se notan en piezas como “Cerezas y azahar” o “Adiós”, que, dentro de esa vertiente de canción de autor en el que se han situado, nos hablan sobre dejarnos llevar y saber despedirse, algo que hemos aprendido, y mucho, estos dos últimos años. Aunque, como es habitual en su música, Pablo se guarda dos temas para hablar sobre las ambigüedades que sufren los artistas. Por un lado, nos encontramos con “Cantantes” que es una canción que todos aquellos que han criticado alguna vez a los músicos y su estilo de vida deberían oír. Y, por otro lado, “Maldito escritor”, que muestra como todos nos podemos convertir en artistas en un momento u otro en la que es la pieza más vitalista y distinta musicalmente del álbum.

Hacía el final del disco, vuelve a hablarnos de las consecuencias de la pandemia, haciendo referencia directa al propio virus. En “Cuzco” ánima a todos aquellos que lo ven todo negro a triunfar a pesar de todo, algo que él mismo ha sufrido. Y cierra con “Mamuts”, una auténtica declaración de intenciones de que van a disfrutar de la música hasta morir, sin importar el futuro, haciendo lo que realmente les gusta y les ancla a la vida.

Pero hay dos piezas que deben de resaltarse por encima del resto. Hablamos de “Donde dicen que caí” y “Foto con melena”. La primera por esa música tan sorprendente que arranca como ska y acaba explotando con palmas flamencas y piano de fondo; y la segunda es la auténtica joya de “CINEMA”, no se puede describir, hay que oírla y sentirla.

Seguramente este disco defraude a los seguidores acérrimos de Pablo, a esos que echan de menos los tiempos de La Raíz; pero a los que no estaban tan apegados a esa época, como este servidor, les parecerá un gran paso evolutivo con una mayor madurez y calidad.

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