If I Should Go Before You
DiscosCity And Colour

If I Should Go Before You

8 / 10
Luis Benavides — 01-12-2015
Empresa — Dine alone records
Género — Pop

Alexisonfire es una banda tristemente condenada a la intermitencia por culpa de proyectos paralelos tan exitosos como City and Colour, alterego de Dallas Green.El resto de componentes, qué remedio, intentan ganarse la vida lejos de la banda madre. Pero ni Say Yes ni Black Lungs, por no hablar de los Gallows que ahora encabeza el orondo Wade MacNeil, el otro guitarra de la banda canadiense, despiertan el mismo interés que City and Colour. Ni por asomo.

Green publica ahora su quinto largo, “If I Should Go Before You”, grabado una vez más en los estudios Blackbird de Nashville, como el anterior “The Hurry And The Harm”, del 2013. Aquí City and Colour suena a banda en mayúsculas, aunque el tatuadísimo cantante melódico y guitarra de los Alexisonfire siga ocupando el primer plano. Solo en la preciosa “Blood”, situada al final del disco, encontramos la desnudez instrumental de su debut, “Sometimes”, publicado en el 2005.

La base rítmica actual de City and Colour -Green no se casa con nadie- está formada por el batería Doug MacGregor (The Constantines) y el bajista Jack Lawrence (The Raconteurs, The Dead Weather), quien ya aparecía en los créditos del anterior, “The Hurry And The Harm”.

El amor y, sobre todo, la muerte del mismo son dos constantes claras en las letras de ”If I Should Go Before You”. ¿Qué pasa cuando dos personas se aman y una desaparece? La respuesta, en el tema que da nombre al disco. El amigo Green te hace pensar en la muerte, sí, pero de una manera natural, romántica, incluso bella.

En su proyecto en solitario el canadiense siempre ha sido como un libro abierto. Sus letras son explícitas, casi confesionales, en primera persona. En la inicial “Woman”, por ejemplo, un sorprendente corte de nueve minutos de duración entre la psicodélia y el rock progresivo, mi favorita precisamente por ser tan diferente al resto, Green pide disculpas por sus errores del pasado y promete resucitar su amor. En “Lover Come Back”, una de las piezas más redondas, con unos coros deliciosos, más de lo mismo. En esta pieza explica, con su dulce voz, que fue muy tonto por dejarla marchar, que nunca fue lo suficiente mente bueno para ella. Aquí más de una (y más de uno) se hará polvo al escucharle decir estas palabras.

Algo menos llorón y más seductor se muestra en la celestial “Northern Blues”, con una suerte de alt-folk con mucho soul, y en las rítmicas “Mizzy C” y “Runnaway”, una de las piezas con más brío del disco.

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