Greg González y sus Cigarettes After Sex vuelven a sumergirse en un universo de atardeceres, noches estrelladas y amaneceres en blanco y negro con sabor a nouvelle vague, en su segundo y esperadísimo largo "Cry". Nueve piezas minimalistas de dream pop que no ofrecen ninguna sorpresa en relación a su debut homónimo de 2017, sino una continuista belleza cegadoramente irresistible.
Desde que escuchamos el primer adelanto, "Heavenly", con esos teclados atmosféricos tan definitorios y una elegante línea de bajo que marca el camino en esta nueva ensoñación, pudimos sentir la brisa de ese verano en el que comienza una ilusionante aventura y todo florece a su alrededor.
Piezas cargadas de erotismo, fragilidad y luz, surcos que recorremos de la mano de personajes que ríen y lloran de emoción tras ese “ven a mí, no me dejes ir” inicial de "Don't Let Me Go", puerta de entrada a una película que podría haber sido filmada por Éric Rohmer y que degustamos a fuego lento. Bajo una lírica mundanamente poética, siguiendo las huellas de Henry Miller y el más pasional Leonard Cohen, transitamos todas las facetas del amor y, casi sin darnos cuenta, profundizamos en la belleza de las pequeñas cosas, pasando a formar parte del elenco de un filme que también es nuestro, un romance que nos eriza la piel en cada pista.
"Cry" se grabó en una mansión ubicada en la isla de Mallorca, en sesiones en las que los paisajes crepusculares se fundían con el mar. Con Greg González a la producción y Craig Silvey (Arcade Fire, Julien Baker) a la mezcla.
Se acabó la espera, la música volverá a acercarnos y no habrá que quedar en salas de cine diferentes para ver la misma película, como en esa distancia romántica y vencida de "Falling Love".
Recuerda, como canta Neil Young, “El amor y solo el amor perdurará”. Cierra los ojos y déjate llevar por esta nueva seducción de Cigarettes After Sex.
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