Mucho ha llovido desde la puesta de largo de Gepe en 200, “Gepinto”. Con aquel disco el chileno dio arranque a una carrera que, con la firmeza de un corredor de fondo, ha ido regalándonos con los años una colección de discos que muestran un inagotable empeño en la transformación constante. Gepe se reinventa una y otra vez sin moverse de los pilares básicos sobre los que descansa su producción artística: un poso de indie rock presente de forma más evidente tanto en el mencionado “Gepinto” como en su continuación “Hungría”, progresivamente imbuido de las más diversas influencias de músicas de raíces latinoamericanas en los excelentes “GP” y “Estilo libre”, discos donde la música andina, la bachata, los ritmos electro pop o incluso la música urbana confluían en unas canciones de inamovible vocación pop. Aunque transiten senderos completamente diferentes, esa vocación mestiza de carácter latino puede ayudarnos a establecer puntos de unión entre el discurso musical de Gepe y el de Jorge Drexler o incluso con la vertiente menos combativa y más accesible de Calle 13, manteniendo también un personal filtro de pop latino de carácter mainstream que puede remitir a veces tanto a Julieta Venegas como a Coti. De esta forma, Gepe ha ido poco a poco construyendo un discurso musical sólido fruto de la suma de múltiples influencias y consiguiendo mantener a la vez una coherencia y una personalidad propia que alcanza la madurez con su nuevo y excelente trabajo “Ciencia exacta”.
La exuberancia y la euforia que marcaron “Estilo libre” quedan un poco de lado en “Ciencia exacta”, siendo éste un trabajo de un carácter marcadamente más intimista, aún manteniendo el tono vitalista y luminoso que siempre ha caracterizado la música del chileno. Da la sensación de que “Ciencia exacta” es un disco construido mirando hacia adentro, investigando en las raíces folklóricas que siempre han estado presentes en la música de Gepe para dar forma a una colección de canciones de esqueleto puramente introspectivo, vestidas para la ocasión con una serie de arreglos de vientos, percusión y cuerdas que le dan al disco una frescura maravillosa.
Así, desde la preciosidad de aires reggae de la inicial “Hablar de ti”, donde Gepe recuerda como nunca antes al Jorge Drexler de “Eco”, o la cadencia melancólica de “Hoy”, una balada de aires clásicos con arreglos de cuerda y piano, “Ciencia exacta” despliega un cancionero de lírica costumbrista y romántica donde caben las percusiones carnavalescas de “Solo”, el ska festivo y desenfadado de “Hoy me lanzo” y los aires andinos de la excelente “Flor del canelo”, dueto con Juanita Parra y uno de los mejores momentos del disco junto con la mencionada “Hablar de ti”. Por el camino quedan un poco deslucidos los acercamientos al pop más comercial de las prescindibles “Ojos que no ven” o “Cine en tu cama”, quizás los momentos más flojos de un disco por lo demás excelente, que culmina con la relectura a ritmo de Charango de “Las flores”, de Café Tacvba, y “Hasta cuando”, una despedida festiva con mensaje irónico y combativo en forma de ranchera canalla y sarcástica de minuto y medio.
En resumen; un trabajo completo, maduro y muy disfrutable que afianza una vez más a Gepe como una de las voces más interesantes que han surgido desde el otro lado del océano en los últimos años. Que dure.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.