Christian Kjellvander siempre ha sido un autor elegante. Autor e intérprete. Elegante y solemne. El sueco lleva a sus espaldas más de dos décadas de carrera en solitario con las que sustentar la afirmación en cuestión, al margen de su militancia previa en aquellos Loosegoats surgidos en los noventa. En su nuevo álbum, el de Vöcklabruck vuelve a ofrecer una nueva muestra acerca de ese buen hacer suyo cuando se trata de concretar canciones emocionantes y distinguidas, dotadas con un alma tan marcada que casi se puede tocar. O, mejor dicho, sentir.
Ocho piezas que transitan entre folk y americana, del habitual perfil nostálgico cuando se trata de Kjellvander e igualmente convincentes en su desenlace. Publicado al amparo del siempre atento sello alemán Tapete Records, “Hold Your Love Still” es un álbum cocinado a fuego lento, recreado en su propia tristeza hasta derivar en unas canciones extrañamente acogedoras, que tienden a acercarse los cinco minutos y con frecuencia los superan, apostando por el desarrollo paciente como forma de calado. “Western Hemisphere” es la excepción a la regla, y funciona en su papel de leve introducción a la obra, justo antes de que aparezca “Notes From The Drive Between Simat And Alcoi”, lo más parecido a un single de todo el lote con permiso de “Disgust for the Poor”, destacadas a las que añadir la tortuosa “Terns Took Turns” o la final “Dream 2066”.
En el elepé con el que suma la decena en su casillero, Christian Kjellvander vuelve a beber de referentes como Josh T. Pearson, Nick Cave, Micah P. Hinson, Leonard Cohen o incluso Matt Berninger. Lo hace con respeto y admiración manifiestas, además de sentimiento y buen gusto, en una asimilación que tiene como consecuencia otra muestra de este autor poco reconocido por estos lares, que se empeña en seguir resultando una joya para amantes de esos claroscuros sonoros propiedad de los artistas citados como referentes del escandinavo.
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