El confinamiento sigue dando de sí. Aquellos meses de encerramiento obligado hicieron aflorar la creatividad por pura supervivencia como terapia para no caer en la locura. Así arrancó esta aventura, cuando el guitarrista de The Pretenders James Walbourne le envió a Chrissie Hynde “Murder Most Foul”, el tema de Bob Dylan. La cantante salió del letargo y comenzó a darle vueltas a las versiones del cantautor, enviándose con Walbourne las ideas que iban saliendo vía telefónica. Las pistas de aquellas sesiones caseras fueron mezcladas por Tchad Blake (Pearl Jam, The Black Keys, U2, Arctic Monkeys…). El resultado es “Standing In The Doorway”, disponible en digital, vinilo y CD.
Un total de nueve temas de Dylan (desde “In The Summertime” hasta “Every Grain Of Sand”, pasando por otros como “Blind Willie McTell”, “Don’t Fall Apart On Me Tonight” o la pieza que da nombre al disco, “Standing In The Doorway”) reinterpretados por Hynde de forma minimalista, con la voz acompañada de guitarra acústica y/o piano y pocas florituras más. Apenas una pincelada de guitarra eléctrica aquí o un pequeño sintetizador allá.
Un repertorio ideado para que Chrissie pueda defenderlo con el menor acompañamiento posible en la gira de presentación que arrancó por Gran Bretaña el pasado mes de julio. La elección huye acertadamente de los greatest hits para explorar el Dylan profundo. Así lo explica la propia Hynde: “Haga lo que haga Bob, todavía se las arregla para hacerte reír porque, más que nada, es un comediante. Siempre es divertido y siempre tiene algo que decir. Entonces llamé a James y le dije: “Hagamos algunas versiones de Dylan” y eso fue lo que arrancó todo esto”. Un disco amable, sosegado, de los que entran a la primera y de los de ponerse una tarde lluviosa de otoño con la mantita y la taza de café.
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