Chinese Democracy

“Chinese Democracy” es una obra enorme, pasada de presupuesto y megalómana pero, recién llegada, la olvidaremos. Aquí no queda nada de culto. Su continente es un reflejo de su contenido, sólo queda Axl Rose y únicamente su voz nos devuelve el recuerdo de Guns N’ Roses, la música va por libre. Ninguna de estas canciones retaría a la peor de “Lies”, “Appetite For Destruction” o de los dobles “Use Your Illusion”.

Hemos esperado mucho más de una larga década nuevos temas sólo para confirmar una decepción. El primer corte, que da nombre al disco, respeta un poco las raíces angelinas, pero es vergonzoso que el resto del minutaje se apropie del nombre de la banda original. Los tres minutos y medio de “Shackler’s Revenge” son imposibles de llevar a término, los arreglos de “Better” provocan sonrojo, el intento de “November Rain” que es “Street Of Dreams” se queda en caricatura… y así se puede ir dando cera hasta “Prostitute”, tema que cierra el disco de la peor de las formas.

Falta arrojo, actitud, bemoles… un ejemplo: ni una sola canción comienza con un riff de guitarra. No hay más dónde rascar, se pasa de épico, se queda corto de ideas y toda la producción es tan azucarada que no deja intuir el potencial que a lo mejor tenía alguna de estas canciones antes de llegar al estudio. Ya tenemos el compacto que tapa el hueco en la estantería detrás de “The Spaghetti Incident”, otra cosa es que sea un disco de Guns N’ Roses.