Los más guapos de Madrid

Chill Chicos vuelven convertidos en "Los más guapos de Madrid" (The Music Republic, 22). En este segundo trabajo han hecho hueco a géneros diversos, de igual forma que hicieron con “Le Chill” (Autoeditado, 20) invitando a doce artistas de la escena emergente madrileña. Para esta ocasión, Javi, Salva y Pascual nos han invitado a pasar una noche de altibajos junto a ellos resumida en una vorágine musical de ocho temas. Pero esa vorágine tarda en llegar, ya que en los tres primeros cortes se acercan a un sonido de pop más clásico. Aunque, comparado con sus anteriores trabajos, ya podemos notar una mejoría tanto en la producción como en el sonido en general. Todo está mucho más cuidado y pensado. Ese cambio tan sorprendente del que hablábamos nos llega justo en la mitad de la referencia con "DiceDiceDice", un maquineo total que llama la atención a primera escucha y se convierte en una de nuestras favoritas conforme más oímos el disco.

Pasan del tema con los BPM más altos a algo más calmado y lo-fi en "Ni tan mal", para continuar mostrándonos ese estilo más de indie-pop que se les presupone en “Lujossso” –y su brillante bajo en la introducción–, y cierran el disco con un tema cercano a sonoridades de rock como es “Piscis”. Pero si hay que destacar el sonido de alguna de ellas, debe de ser de "Pantera". Sin duda es la pieza que más se distancia del ambiente general del largo, en la que logran casar el indie y el reggaetón con inusitada frescura, creando una joya que se sitúa ya como uno de los hits de la banda.

Aunque esta libertad que tienen para hacer lo que les dé la gana con su sonido enlace con la chulería que desprende el título del disco, poco tiene que ver con la realidad del grupo. Porque, aunque parezca que están sin control alguno, solo hay que oír las letras para darse cuenta de que es justo lo contrario. De ahí que abran el disco con la sincera “Speakin Chicos”, en la que muestran la dureza de querer vivir su sueño con ese “ahora estamos super focus porque queremos subir” tan claro como ambicioso: quieren triunfar en la música por encima de todo. De ello hablan en varios temas, porque, como dicen en “No chill”, ellos son conscientes de que “están casados con la music, pero hay hueco para más”. Ese hueco lo llenan con el resto de las pistas en las que nos hablan sobre las típicas dudas que provocan las relaciones de amor y sus consecuencias. Pero es que lo mejor de todo es que son capaces de hablar de historias tristes con ritmos rápidos. De ahí que podamos entender el maquineo de “DiceDiceDice” como un reflejo del miedo que esconde su letra y que nos trasladen a un antro plagado de humo en el que suena reggaetón de fondo justo antes de que perdieran la pista a su “Pantera”. Esa capacidad de adaptar sus historias a los distintos géneros y lograr que nos despierten sentimientos y nos transporten a lugares exactos es lo que les hace sonar más verdaderos que nunca. Aunque ahora sean los más guapos de Madrid, Chill Chicos siguen siendo los mismos tres colegas de antes haciendo música en su cuarto. Tres chavales que han pasado de tener uno de los grupos de pop más prometedores del panorama nacional a ser toda una realidad.