Los comienzos son difíciles. Más aún si una banda novata sale al ruedo con ganas de comerse el pastel y apenas les dejan unas migajas para relamerse. El ímpetu no es suficiente para triunfar. Hay que tener tesón, calidad y actitud. Quienes parecen apuntar maneras es Chelsea Boots. La banda liderada por Santi Isla (si, de los Isla de toda vida), se ha estrenado con "Guilty Pleasure": un LP, publicado por Universal el pasado 21 de septiembre, en el que facturan una mezcla de rock and roll azucarado con destellos de chulería. La particularidad de esta mistura es, que estos ingredientes no siempre se manifiestan en una medida equilibrada a lo largo de las 13 canciones que componen el álbum.
Pero, ojo, a esta camada de corazón roquero no se le acusa de ser sensible, blandita o esponjosa. Y es que, antes que ellos ya lo fueron otros. Muchos de esos músicos de imagen potente que nutren sus actuaciones a base de poses y guitarrazos son una carcasa que alberga demasiadas baladitas y medios tiempos. Una elección que les sitúa más cerca de (con todos los respetos) Sergio Dalma o One Direction que de los Rolling Stones o de The Jam. Aunque, ¡eh! las influencias de los cachorros se notan y, por eso recuerdan (por momentos) a MGMT, Bowie, a Harry Styles, Miles Kane o St. Vincent. Referencias nada despreciables para un grupo novato al que ahora le toca demostrar que, además de ser un puñado de caras bonitas, son músicos con voluntad y dedicación.
Se nota el esfuerzo que han hecho los chavales en cada una de las canciones que integran el disco. La producción a cargo de Martí Perarnau y Ramiro Nieto (a.k.a Rams&Martí), funciona. Lo que no lo hace demasiado bien es la mezcla. Escuchando el disco con auriculares las carencias se identifican en la primera escucha: estribillos a un volumen insuficiente, baterías en un constante primerísimo primer plano, un sonido demasiado brillante… Por suerte, al escucharlo amplificado, los defectos se difuminan un poco.
Destacan, por encima del resto, cortes como "This roof is burning", "Pretty stranger", "Dreams die on the road" y "DWCME". Volviendo a Isla, frontman y guitarrista de la banda, ha resultado ser un excelente cantante. Afina, pronuncia bien, proyecta su voz que da gusto. Y, eso, se agradece.
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