Se ha hecho esperar, pero, después de tres años desde que salió el primer single del disco, por fin tenemos entre nosotros el álbum de debut de Charnego. Súper formación compuesta por nada menos que miembros procedentes de Biznaga, Atención Tsunami y Being Berber, entre otras moradas punk y post-hardcore. El resultado de aunar fuerzas desde tal crisol de frentes es arrebatador: nueve descargas afiliadas a la heterodoxia noise de mentalidad punk. Caligrafía insana de poderío brutal en el face to face. Energía sin filtros donde la rugosidad de la electricidad inflamada queda fabulosamente recogida desde la misma forma de captarla. En este caso, por medio de una grabación realizada en tres sesiones con una Tascam a ocho pistas en el Metropol. Las nueve canciones resultantes de esta operación dan con una mole sónica tallada en base a diferentes vías de expresión hibridadas por la visión multilateral que va de Sonic Youth y Lisabö en “La ruta del pelotazo” al subidón emo descontrolado de “Macho Beta”.
Entre medias, hay tiempo para recordar a grupos como Rites Of Spring o Jawbox, pero también a la hipnosis inducida del post-rock de los mejores Tortoise, en la fantástica “Enric Swag Juliana”, aunque también al tropicalismo de los añorados Extraperlo a través de la genial “Nueva movilidad urbana”. Todos los cauces aquí dispuestos confluyen en una demostración de enciclopedismo musical que evade las poses para transcender como un armazón sonoro donde vísceras y cerebro se dan la mano en un puñetazo sin miramientos, ideal para afilar las palabras yunque con las que cifran el nivel de idiotez que envuelve los arquetipos de la actual vida en España. Crítica con extra de bilis, más necesaria que nunca para poder abordar nuestro día a día desde una posición plena de claridad mental y desfogue punk como hacía mucho tiempo que no se vivía por estos lares.
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